¿Cómo se imagina a su alcalde y gobernador ideal?
El pasado mes de febrero, el programa Ibagué Cómo Vamos, adscrito a la ‘Red de Ciudades Cómo Vamos’, dio a conocer el informe con los resultados de la ‘Encuesta de Percepción Ciudadana’
2022.
Para el 73% de los encuestados, en el último año aumentó el tiempo que tardan en las vías de Ibagué para movilizarse hacia sus destinos habituales. En materia de seguridad, uno de cada diez habitantes asegura sentirse vulnerable. En temas de empleabilidad, al consultarle a la ciudadanía si piensa que en la ciudad es fácil conseguir trabajo, un 76 % de la población encuestada respondió estar en desacuerdo con la premisa. Y uno de los datos mas esperados, reveló que el 69% de las personas consultadas creen que vamos por mal camino.
A pesar de esta radiografía, ni las maquinarias políticas y tampoco las campañas independientes para la Alcaldía de Ibagué y la Gobernación del Tolima, llevan la delantera en materia de recordación e impacto en la opinión pública. Seguimos escuchando en la exposición de candidatos, planteamientos supremamente tradicionales, un comportamiento común en la política de los últimos 16 años, sobre el cual las personas tienen un alto grado de descontento.
Hoy la ciudad y el departamento adolecen, entre otras problemáticas, del atraso de muchos años en materia de infraestructura vial, de ocupar los más altos índices de desempleo y de contar con un nulo protagonismo en materia de competitividad. No obstante, pareciera que el afán está centrado nuevamente en atacar al contrincante y en recopilar fotos con las personas menos favorecidas de la ciudad y el departamento.
No se escucha un discurso altamente elocuente, no se percibe diferenciación ni personalidad fascinante, no se despierta éxtasis ni conversación orgánica sobre la convicción hacia un candidato. Nadie ha logrado despertar los impulsores del electorado actual.