Gobernación y Alcaldía como manos de un solo cuerpo

Vínculo indisoluble, que no podrán romper por cuenta de otros intereses pues el departamento como su capital son manos de un solo cuerpo y nadie podría siquiera pensar en desmembrar una de ellas, porque seguro fracasaría en su intento. Entenderlo así, más que aconsejable es políticamente saludable.
A pesar de ser tan vinculante ese nexo territorial del Tolima con su capital Ibagué y viceversa, donde especialmente en las últimas décadas se ha pretendido encontrar la fórmula mágica para avanzar como región, habiendo sido esquiva probablemente porque faltaba lo que hoy tenemos, esa plena identidad y solidaridad de genero, única en Colombia donde dioscidencialmente gobernadora y alcaldesa son mujeres dadoras de vida y mucho más sensibles como afectuosas con su gente.
Y aunque este periodo gubernativo arrancó con mucha indiferencia entre ellas, especialmente al construir sus propios planes de desarrollo, eso sí, sin olvidar que estaban hechas para retomar el camino del progreso sin detenerse a pensar que pertenecían y siguen perteneciendo a grupos políticos diferentes. Muestra de ello fue el viacrucis vivido para lograr la firma de un ¨Acta de Acuerdo¨, como testimonio de esa inquebrantable unión que hoy se tiene y debe mantenerse.
Es que ¨uno más uno son tres¨ como lo maximizó Philippe Caille en la Pareja revelada a si misma, y lo repite con frecuencia un amigo constructor, cuando se refiere a que 2 lotes urbanos juntos suman lo de 3, permitiendo que el proyecto gane en altura lo equivalente a un lote adicional. Por ello, en esta fórmula solo faltaría un llamado sincero al sector privado para que se junte como ese tercer elemento, permitiendo rendir los presupuestos, promoviendo alianzas con lo público y desarrollando otros proyectos, atrayendo nuevos empresarios y nuevas inversiones para potenciar nuestras fortalezas y el desarrollo territorial. Aquí gana el Tolima y su capital, el empresarismo, el empleo, la seguridad y el bienestar generalizado, y solo pierde quien no le apueste a la prosperidad de su propia gente.
El sector privado local y nacional tiene represada su apuesta y también sus propias fórmulas, en espera que se diera lo que se dio, faltaría solo ser convocado e incentivado para que esa alianza se explore, y se dé con determinación.
A manera de ejemplo podríamos mencionar cuatro de ellas. Primero, el Mecanismo de Obras por Impuestos-MOPI con el que la gobernadora se propone superar el billón de pesos en inversión para este año, y donde también la capital Ibagué dio su apertura con el Decreto 0173 de marzo 26 de 2025; mecanismo que seguro podría multiplicarse con la participación proactiva del sector privado. Segundo, Obras por Valorización, como el mejor de todos los instrumentos para desarrollar proyectos de infraestructura urbana, el cual hemos estigmatizado por años y sin razón, perdiendo de esta manera grandes oportunidades e infinidad de recursos; podría ser el mejor ejemplo de esa alianza con los privados dueños y poseedores de bienes muebles grandes y pequeños, que hoy en día hacen tanta falta para coadyuvar en esa tarea de mejorar la movilidad urbana. Tercero, Obras por Plusvalía, donde Ibagué sí es pionera y bien podría acelerar y potenciar aún más este mecanismo. Cuarto, Alianzas Público Privadas APP´s de iniciativa privada que ha brillado por su ausencia en nuestro territorio y que esperamos estrenar con la recuperación del icónico Hotel Ambalá. Pero finalmente lo que ha faltado para avanzar con el sector privado, son APP´s de iniciativa pública, que no hemos sabido estructurar y promover como sí lo han hecho otras regiones del país.
Lo presentado en cifras previo a la firma de ese inquebrantable acuerdo y el tiempo que les falta como mandatarias, deja entrever que en sus periodos Ibagué fácilmente podría recibir a valor futuro, una inversión en infraestructura muy superior al billón de pesos, y qué con un ordenamiento territorial actualizado, podríamos a renglón seguido, multiplicar esa potencialidad como redimensionar también nuestras propias oportunidades.