Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

De los hechos y los derechos

Hacer política pública, que trascienda en un impacto positivo para el desarrollo económico y social de una nación, debe estar vinculada a la generación de oportunidades.
Imagen
Crédito
Suministrada
11 Abr 2021 - 8:52 COT por Ecos del Combeima

Mucho se habla de los niveles de pobreza en nuestro país, algunos lo hacen desde el punto de vista técnico económico, otros desde el punto de vista social, la pobreza ha sido utilizada en Colombia para muchos fines, los más mezquinos son los fines electorales y los del populismo de izquierda y de derecha, que no buscan satisfacer los fines esenciales del Estado, sino los individuales o de una facción de la sociedad. 

Hacer política pública, que trascienda en un impacto positivo para el desarrollo económico y social de una nación, debe estar vinculada a la generación de oportunidades, a la distribución equitativa de los recursos y al ajuste para lograr el equilibrio social, cualquier decisión debe ser tomada en esos preceptos.

El concepto de equidad entendido como un modelo racional de distribución de la riqueza y de oportunidades, logra un balance social, un equilibrio que mejora la calidad de vida de los ciudadanos, una expresión autentica que genere los espacios, para los que más necesitan, para los que menos tienen; un ejemplo de ello es la gratuidad en la educación superior, un patrimonio supremo que debe estar por fuera de las luchas por polarización o ideologización, para convertirse en un consenso de generación de espacios para talentos, que no se pueden seguir perdiendo, lo mismo debe contener una reforma económica, una prioridad de tributar  los que más tienen, para beneficiar a los que menos tienen, pero con especificaciones claras y contundentes de los beneficios a obtener. 

La pobreza debe ser controlada, los pobres beneficiados para salir de ella y evitar el estallido social, el hambre debe desterrarse de una nación productora de alimentos, que no engrana una política pública para que esta tragedia no pase, según el Departamento Nacional de Planeación de Colombia, en el país se pierden o desperdician anualmente 9,76 millones toneladas de alimentos, que equivale al 34 % de la producción total.

El populismo de izquierda o de derecha seguirá rampante sus tesis, sino avanzamos urgentemente en esta nación tan pobre en medio de tanta riqueza, hacia un nuevo modelo que nos permita un progreso social y económico equitativo, equilibrado, alejado de la mediocridad, la corrupción y lleno de oportunidades para todos.

También te puede interesar estas columnas

Ellos, los chinos, están conquistando el mundo de una manera silenciosa pero progresista, donde sus destinatarios son beneficiados con cooperación y apuestas económicas.

Lo que, a la alcaldesa, su equipo de gobierno y su jefe político no previeron, es que, en el desespero por distraer la atención, esparcieron el fuego del malestar que tenemos los ibaguereños por lo mal administrada que está la ciudad.

Colombia se prepara para un intenso ciclo electoral con las venideras elecciones a Congreso en marzo y presidenciales en mayo de 2026.

Y aunque el caso de Nury, al igual que el de la enfermera Diana Carrero, tristemente resultan siendo uno más en la larga lista, este país reclama acciones urgentes en defensa de la mujer. Según la Defensoría del Pueblo durante el 2024 fueron asesinadas 745 mujeres y de ese dato, 44 fueron niñas y preadolescentes. Lo aterrador del asunto es que habitualmente los verdugos fueron novios y esposos en más de 26.000 casos de violencia de pareja que se presentaron, aumentando en un 23% en comparación con las cifras del 2023.

El enfoque del actual gobierno parece carecer de la planificación y la capacidad técnica necesarias para enfrentar las múltiples crisis del país.

Pero otro camino de esta revolución cultural es enfrentar ese equivocado mensaje de la “tiranía del mérito” que vienen acuñando las lógicas “woke” progresistas.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.