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Opinión: ¿Por qué debe importarnos quiénes y debido a qué ganaron el Nobel de Economía?

La semana pasada se otorgó el premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, conocido como premio Nobel de economía.
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Javier Pérez / Ecos del Combeima
22 Oct 2019 - 11:32 COT por Ecos del Combeima

Los galardonados fueron Esther Duflo, Abhijit Banerjee y Michael Kremer, por sus trabajos sobre la reducción de la pobreza global. Dentro de estos investigadores del MIT y Harvard, se destaca Esther, por ser la segunda mujer en la historia en ganarse este importante galardón y ser la más joven con 46 años.

Abordan el problema de la pobreza desde su origen y no desde consideraciones macroeconómicas que difícilmente pueden medirse en el terreno.  Otorgan avances importantes para las economías en vía de desarrollo, en donde a través de tácticas concretas, logran movilizar indicadores que reducen la pobreza con mecanismos de fácil medición. Su enfoque se dirigió a encontrar las causas de la pobreza, aplicando a las comunidades de Kenia objeto de sus estudios, unos experimentos que les permitieron evidenciar científicamente que la pobreza puede disminuirse si se incentiva a los maestros y no como se ha pensado, si se invierten más recursos como infraestructura, alimentación o subsidios. Pudieron probar que el desempeño educativo se mejoraba si los maestros encontraban más motivados económicamente, estando mejor compensados salarialmente, que aquellos en donde se otorgaba alimentación escolar, libros o recursos físicos. En relación con la educación, como base de desarrollo de un país, también probaron que el desempeño individual de los estudiantes con bajo nivel de rendimiento, mejora en la medida en que se aplique la personalización de la enseñanza. Esta personalización se refiere a quienes tienen bajo desempeño escolar, mas no puede entenderse que debe bajar el numero de alumnos por maestro, pues probaron que dicha disminución tampoco tenía impacto en el desempeño de los estudiantes.

Otro gran hallazgo interesante, es que la pobreza no se reduce a través de atacar la desigualdad o redistribuir recursos, sino a través de generar condiciones de productividad similares. “Descubrieron que los problemas de baja productividad en los países en desarrollo se deben fundamentalmente a grandes desigualdades de productividad dentro del propio país, mientras que en los países desarrollados el nivel de productividad de un mismo factor suele ser similar (y cercano al óptimo) para todos los agentes”.  Es así como  y logran probar que  la practicidad de sus postulados, permite implementación efectiva, alejándose de ser un modelo teórico complejo, que es lo que caracteriza a la mayoría de las teorías económicas en la historia.

Considero oportuno hablar sobre la desigualdad en términos de productividad, pues en Colombia hemos encontrado que es evidente que existe una brecha grande entre los industriales o empresarios. La razón es clara, y es la capacidad de inversión en procesos y/o tecnologías que aporten procesos productivos eficientes, generando economías de escala, optimización de los costos, optimización de procesos, convirtiéndose así en empresas más competitivas, sacando del mercado a quien no tenga acceso a este tipo de inversiones. Así las cosas, los mismos siempre serán los que crecen, los demás lo podrán hacer con mayor esfuerzo y tiempo o no lo lograrán,  ampliando la distancia entre ricos y pobres.

Es un gran avance que nuestra economía empiece a tener un mejor desempeño y no sería inviable pensar que el Presidente Duque tenga razón en considerar que en el 2020 la economía Colombiana podría crecer el 5% y no el 3,6% como se tiene proyectada. En América Latina, según cifras otorgadas en el Foro Económico Mundial, ese crecimiento del 5,5% lo tendrá Panamá. Si, ese Panamá que no sería el país que es hoy, si fuera aún parte de Colombia.

Siendo optimista y reconociendo los grandes esfuerzos del Gobierno Nacional por obtener un crecimiento de nuestra economía, en la última medición de competitividad mundial, logramos como país mejorar 3 puestos, ocupando el puesto 57 entre 141 países, y esto se logró gracias a que se obtuvo un crecimiento en 10 de los 12 pilares que se miden y es un resultado que hace 14 años no se lograba.  Esto es una muy buena noticia para nosotros y nos debe llenar de orgullo y de positivismo, pues el plan nacional de desarrollo contiene programas que sin duda impactarán positivamente a nuestro país. Mejorar la productividad es uno de los planes de nuestro Gobierno Nacional, en donde a través del  “programa de fábricas de Productividad apoyará a 4.000 empresas para mejorar sus procesos productivos y administrativos, aumentará el porcentaje de empresas innovadoras al 25% para romper la tendencia a la caída de los últimos 10 años y aumentará en 10% la productividad laboral de sectores no minero-energéticos”. Es importante informar a los ciudadanos sobre cómo acceder a los beneficios de los diferentes programas que apoyan el cumplimiento de las metas del PND. El grado de ignorancia frente a la existencia de los programas es grande. Qué bueno que se hicieran campañas efectivas de socialización de todos los beneficios que el Gobierno otorga a través de las diferentes entidades. Para el caso concreto del tema que nos ocupa, el Ministerio de Comercio ha estructurado programas a través del Sistema Nacional de Competitividad e Innovación. Lo invito a consultar en http://www.colombiacompetitiva.gov.co/snci/el-sistema/entidades la lista de entidades y su programas.

Si ya está probado que la pobreza se disminuye con el incremento de la productividad en un país y que dicha productividad sea similar entre los diferentes actores, a eso debemos apuntarle brindando oportunidades de desarrollo para que los sectores económicos actúen en la mayor igualdad de condiciones posibles, disminuyendo las brechas y generando eficiencias. Yo si creo que el Presidente Duque logrará su meta de “sacar a casi 3 millones de colombianos de la pobreza, a 1,5 de personas de pobreza extrema (…), y alcanzar una mayor productividad (pasar del 0,65 al 1,1 por ciento)”. Quiero creer que en el Tolima lograremos mejorar nuestros indicadores económicos y tengo la esperanza que las próximas votaciones evidencien ese mismo deseo, en donde los electores decidamos apostándole al bien general desprovisto intereses particulares. Pensemos en región. Pensemos en el bien común. Que ganen los que tengan la mejor capacidad para gerenciar nuestro departamento y nuestra ciudad.

Por: Carolina Toro

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