Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

¿El voto de opinión aún existe?

Pareciera entonces, que ese voto de opinión estuviera mutando de igual manera que lo está haciendo la política y sus organizaciones.
Imagen
Crédito
Javier Pérez / Ecos del Combeima
5 Nov 2023 - 7:35 COT por Ecos del Combeima

Aunque el voto de opinión debería obedecer al conocimiento que se tiene de candidatos, trayectorias y propuestas, suele distinguirse básicamente, porque se opone a las estructuras políticas, al oficialismo y al continuismo; como también, porque suele calificarse de cívico e independiente.

Sin embargo, ese voto consciente e informado, ha tenidocomo principal obstáculo en Colombia, las necesidades colectivas y personales de quienes ejercen el derecho de sufragar y escoger sus gobernantes. Tampoco puede confundirse con el voto protesta o de izquierda, pues ese voto consciente existe hasta en los partidos políticos, cuando rechazan candidatos, se marginan de elecciones, e incluso cuando promueven disidencias partidistas. 

Ese voto se mueve contra posiciones estructurales, y casi siempre se ve, como un voto difícil de canalizar y deconquistar, y básicamente se cautiva, si el candidato logra diferenciarse de los demás que estén en contienda, y si además, logra interpretar las necesidades y oportunidadesde la gente y del territorio. Este voto independiente y maduro, logra ubicarse en principio, y en todas aquellas estadísticas y encuestas, que suelen no medirlo bien, como un voto indeciso y casi invisible hasta el final del mismo proceso electoral; hasta que su candidato u otro con verdadera opción logra cautivarlo entre otras cosas, través de su talante y propuesta programática.

Pareciera entonces, que ese voto de opinión estuviera mutando de igual manera que lo está haciendo la política y sus organizaciones, cuando no es capaz de organizarse para decidir el destino de su comunidad o cambiar la forma de gobernar su territorio.

Y no está del todo mal, cuando ese votante informado, cae en las estructuras partidistas, porque desde allí muchas veces se logra también cambiar la obcecación de sus lideres cuando creen que esas malas costumbres y formas de gobernar son la única manera de ejercer el poder.  Solo basta recordar cuando el más representativo de todos esos lideres independientes, el señor Nelson Mándela quien simbolizó la causa contra la opresión blanca de su pueblo, logró transformar su país desde el establecimiento,apoyado también, por muchos lideres blancos. DijoMandela tan pronto recuperó su libertad y su revolución la continuó desde la institucionalidad ¨Que tus decisiones reflejen tus esperanzas y no tus miedos¨ porque lo mejor no era luchar contra quien lo oprime sacrificando su propio pueblo, como lo habían hecho otras naciones, y él mismo, y toma la determinación de hacerlo esta vezliderando el Congreso Nacional Africano, hasta negociar con el régimen, el fin de la opresión. Por ello muchas veces no importa desde donde se luche por transformar las formas equivocadas de gobernar los pueblos, la revolución también se puede hacer desde las mismas organizaciones políticas, y más, cuando la hegemonía es tal, que pareciera la única opción.

Muchos versados políticos afirman que ese voto de opinión, se mueve mucho más en elecciones para alcaldía y presidencia, que para congreso y concejos municipales, y aún más en ciudades con mayor concentración urbana que rural.

En Ibagué a diferencia de Bogotá y Medellín, el voto de opinión pareció inmóvil, y en cambio, el voto estructural, aquel que cumple la voluntad de organizaciones políticas con poder burocrático, creció exponencialmente, y según los resultados electorales del pasado 29 de octubre, concentró más del 60% de los votos validos para la elección de su alcalde municipal.

No podemos perder ese equilibrio democrático tan importante y necesario para los territorios, donde el voto de opinión inclusive, es quien retroalimenta permanentemente las mejores y más sanas maneras de gobernar.

Tags:

También te puede interesar estas columnas

Desde la última victoria el 15 de octubre de 2024 frente a un Chile ya eliminado, la Tricolor ha cosechado derrotas injustificables y empates que saben a derrota. Peor aún, lo ha hecho sin coraje, sin entrega, sin sentido colectivo.

En Ibagué, nos hemos acostumbrado a hablar de lo que nos falta. A diario escuchamos comentarios sobre las calles deterioradas, la lentitud en la ejecución de obras o el eterno “Ibagué se quedó atrás”.

Y aunque es claro que aquí hay un problema social al que la administración municipal deberá hacerle frente garantizando los derechos de las más de 350 familias que allí conviven, también es necesario mencionar que existe un fallo judicial del Tribunal Administrativo del Tolima donde se establece que este predio debe ser restituido al municipio.

Colombia no puede seguir el camino de la esclavitud moderna que nos ha dejado el “cambio”. Esa que estrangula al empresario, desincentiva la inversión, vulnera las instituciones, estigmatiza la prensa y promueve odio y resentimiento.

El campo colombiano no necesita más discursos, necesita decisiones. Sin embargo, seguimos viendo cómo la responsabilidad en el sector agropecuario se traslada de un actor a otro como si fuera una simple bola en un juego de ping pong político.

¿De qué sirve inaugurar una obra millonaria si no funciona? Esa es la pregunta que muchos ibaguereños nos hacemos ante el fallido estreno del acueducto alterno, una mega obra que prometía liberarnos de los constantes cortes de agua y la dependencia exclusiva del río Combeima.

Entre otras muchas cosas Panamá ha logrado convertirse en destino de grandes y pequeñas inversiones, pero especialmente en el lugar predilecto para la inversión internacional de los colombianos que según datos consolidados del Banco de la República ascendió a US$556 millones durante el primer semestre de 2024, superando destinos históricos como España, USA y México; cifra que tiende a incrementarse dado el nuevo protagonismo económico del país vecino y nuestra propia incertidumbre política.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.