En la actual dinámica global, las regiones que logran consolidar capacidades para innovar, generar valor agregado y estructurar proyectos de inversión (ancla) con visión de largo plazo son las que verdaderamente lideran la transformación productiva. En este contexto, el Comité Universidad - Empresa - Estado (CUEE), se erige como una de las herramientas más potentes que ha dado Colombia para articular saberes, oportunidades productivas y visión institucional.

Antioquia, como referente histórico del modelo CUEE, ha demostrado durante más de dos décadas que es posible convertir esta figura en un verdadero sistema territorial de innovación. Sus nueve (9) CUEE subregionales, cada uno con enfoques temáticos propios, articulados a los clústeres estratégicos y con gobernanza público - privada sólida, son un ejemplo de cómo la articulación multisectorial se traduce en crecimiento económico, liderazgo exportador, sofisticación empresarial e inversión sostenida en ciencia y tecnología.

En ese marco, la reactivación del CUEE Tolima representa mucho más que una iniciativa institucional, es una oportunidad estratégica para redefinir el futuro económico del departamento. No se trata de crear otro espacio deliberativo, ni mucho menos un aparato burocrático representado por delegados esporádicos que poco saben para que sirve este instrumento (Como ha sucedido. Acá no hay que ocultar el pasado). Por el contrario, este debe ser el principal ecosistema funcional de desarrollo orientado a resultados, capaz de articular las agendas del conocimiento, el sector empresarial y la política pública de Desarrollo Económico hacia un mismo horizonte: El desarrollo productivo y competitivo del Tolima.

De acuerdo con el nuevo, ambicioso y bien elaborado “Plan Regional de Competitividad e Innovación del Tolima”, se han identificado un conjunto de rutas para avanzar en diversificación económica, productividad agroindustrial, sofisticación de exportaciones, transición digital, sostenibilidad y desarrollo del talento humano. El CUEE debe ser el eje articulador y principal motor para el cumplimiento de estos objetivos, un espacio donde los sectores estratégicos como: agroindustria, logística, turismo, bioeconomía, manufactura liviana y TIC, converjan para generar proyectos de alto impacto y modelos de negocio escalables que permitan la atracción de inversión y la relocalización empresarial.

Para lograr este objetivo común, el Tolima debe abandonar la tentación de replicar esquemas ajenos que poco sirven en nuestra realidad. El desarrollo no se copia, el desarrollo se diseña y se visiona a partir de la construcción de rutas estratégica. El Tolima no es Antioquia, Cundinamarca, Boyacá ni el Valle del Cauca. Somos un territorio con una dinámica económica propia, con vocaciones subregionales diferenciadas, una oferta agroalimentaria robusta, un nodo logístico central en el corazón de Colombia, una potencia ambiental y un territorio con capital humano en formación que necesita conectarse con el futuro productivo del territorio.

Por eso, la propuesta de estructurar un CUEE matriz desde “Ibagué Ciudad Región”, con nodos regionales en el norte y suroriente (con vocación ambiental, agropecuaria, agroindustrial, logística, turística y de servicios), no es solo técnica, es estratégica. Este esquema permitiría aplicar el principio de especialización inteligente “RIS3” (Research and Innovation Smart Specialisation Strategy) a las seis subregiones del Tolima, desarrollando agendas diferenciadas por sectores y encadenamientos productivos, promoviendo centros de innovación y conocimiento, y articulando esfuerzos público -privados hacia el cierre de brechas.

Uno objetivo fundamental del que estoy plenamente convencido y que sugiero sobre manera, radica en que el CUEE debe ser un banco de proyectos estructurados (proyectos privados o publico privados con innovadores modelos de negocio), un centro de ideación empresarial (Shark Tank permanente) que conecte las necesidades del mercado global con las oportunidades del territorio. Desde esta plataforma deben nacer los proyectos de relocalización industrial, plantas de transformación, centros de distribución, parques agroindustriales, nodos logísticos intermodales y productos con identidad de origen. La Ruta Exportadora del Tolima, con marca regional y enfoque B2B, necesita germinar desde el CUEE con visión de sostenibilidad, trazabilidad y escalabilidad global.

En un mundo donde la inversión sigue al talento y a las ideas, el Tolima hoy se ha convertido en un territorio de oportunidades gracias a la ambiciosa estrategia de nuestra Gobernadora Adriana Magali Matiz, como lo es “Tolima Centro de Inversión”, una apuesta que debe perdurar en el tiempo a manera de Política Pública para el desarrollo y cierre de brechas en el Tolima. Pero para lograrlo, se necesita ambición, planeación y voluntad colectiva. La inversión no llegará sola, hay que atraerla con propuestas, con visión, con gobernanza sólida y proyectos bien estructurados. Y el CUEE es la plataforma idónea para lograrlo.

Este es el momento de pensar en grande. Con un CUEE fortalecido, el Tolima puede pasar de ser un exportador de materias primas a un referente de agroindustria, innovación y servicios basados en conocimiento. Puede consolidarse como un Hub logístico interregional, como un territorio con vocación exportadora agroindustrial y con una oferta productiva conectada a las cadenas globales de valor. Puede, en suma, consolidarse como el principal Destino de Inversión en el centro del país.

Quiero felicitar a quienes han impulsado la reactivación del CUEE Tolima: universidades, empresarios, gremios, grupos económicos, Estado (Gobernación del Tolima - Alcaldías aliadas) y agencias de desarrollo como ProTolima.  La historia nos llama a actuar con audacia. No para copiar modelos ajenos, sino para diseñar, desde nuestras capacidades y vocaciones, un modelo de desarrollo propio, sostenible, competitivo y con identidad. El CUEE no es un fin, es un medio. Y si lo entendemos así, será el punto de partida para construir un Tolima posible, innovador y con futuro.