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Con ojos bien abiertos

Está claro que aún es muy pronto para emitir un concepto serio sobre la gestión de nuestros nuevos gobernantes. Técnicamente, como es entendible, no han hecho nada. Por: Andrés Forero.
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Ecos del Combeima
10 Ene 2020 - 6:14 COT por Ecos del Combeima

Sin embargo, los primeros vientos de cambio, lejos de imprimirle frescura al ambiente parecieran provenir de lanzallamas con los que se manifiestan desafiantes demostraciones de control totalitario.

Ya habíamos advertido lo peligroso que podía resultar una excesiva concentración de poder en manos de una única casa política.

Ahora los temores son reales. Detrás de una supuesta unidad institucional que reclamaban los ciudadanos y que en el pasado frustró la posibilidad de desarrollo para la ciudad y la región se disfraza una monstruosa creación fruto del clientelismo, la corrupción electoral y el abstencionismo de quienes cedieron su capacidad de decisión

Si quisiéramos ponerle rostro habría que imaginarse un calamar gigante de azul profundo, potentes tentáculos, varias cabezas, la mayoría de ellas maquiavélicas, una monstruosa criatura de voraz e insaciable apetito por el poder sobre las instituciones y especial gusto por el dulce sabor de la burocracia.

Para calcular las dimensiones hoy esos tentáculos permean la administración central en Gobernación y Alcaldía, entidades descentralizados, Universidad del Tolima, Cortolima y Sena donde succionan sin clemencia.

Una dinámica que a ojos de muchos es natural. Se gobierna con los amigos, dicen. Solo que nunca antes había ocurrido de manera tan descarada.

El nepotismo y la dedocracia siguiendo las órdenes del jefe supremo del clan son epidemia.

Hay tanta compenetración por la unidad que el Alcalde de Ibagué, nombra al hermano de la Directora de Cortolima en su nómina y en contraprestación la Directora nombra en su entidad a la hermana del mandatario local.

El otrora Secretario General del Palacio del Mango, escudero de Óscar Barreto que pasó por la puerta giratoria a la misma posición en la Alcaldía de Ibagué cumple funciones de selección de hojas de vida incluso para instituciones como el Sena, donde ahora manda otra figura de esa misma vertiente quien pareciera tener interés en incorporar sus propias fichas, desconociendo la gestión adelantada e imponiendo cuotas burocráticas.

No sería de extrañar que todo esto ocurra bajo las órdenes del gamonal que recién abandonó el piso 10 de la sede del gobierno seccional.

Se van acomodando las fichas a su antojo, sin asomo de control político, vigilancia administrativa o fiscal, porque en esos nombramientos también tienen capacidad de influir.

Pueda que no se trate de un delito, pero sí constituyen conductas éticas desafortunadas que distan notablemente del discurso de transparencia y desempeño impoluto del servicio público.

Comportamientos que abren la puerta a toda suerte de escenarios futuros y que dejan ver desde el primer tiempo lo que ha de venir en todos aquellos espacios que se tiñen de azul de metileno, donde se imponen amiguismos sobre conocimiento, capacidad técnica y la acción efectiva que esperan los tolimenses de quienes fueron elegidos para administrar.

Aunque improbable, la esperanza es que aún se puede enderezar el camino y que los nuevos líderes demuestren que pueden actuar con independencia y autonomía, sin tener a la sombra las imposiciones de su mentor.

 

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El país no puede seguir indiferente ante esta realidad. No hay reforma más importante que la que hace real el futuro a quienes están hoy atrapados en la desesperanza. Porque si no les damos oportunidades, lo único que quedará es frustración y resentimiento.

Después de toda borrachera, llega el guayabo, y no solo el terciario, sino el de las malas acciones.

Durante los meses de junio y julio, el departamento del Tolima se convierte en un epicentro de tradición, identidad y dinamismo económico gracias a la fuerza de sus festividades folclóricas.

Al revisar las cifras, encontramos que Tolima es el segundo mayor productor de algodón en el país. De las cerca de 7.500 hectáreas sembradas anualmente en Colombia, aproximadamente 2.500 se cultivan en nuestro departamento. A pesar de los avances en semillas y tecnologías agrícolas, la productividad aún es baja.

No está lejos, toca seguir avanzando, y en esa mejora continua, llegar al ¨Top 10¨ de los departamentos más productivos y competitivos.

Ibagué y el Tolima entero viven por estos días una época de fiesta: música, tradiciones folclóricas y gastronomía atrapan a visitantes y locales.

¿De qué sirve inaugurar una obra millonaria si no funciona? Esa es la pregunta que muchos ibaguereños nos hacemos ante el fallido estreno del acueducto alterno, una mega obra que prometía liberarnos de los constantes cortes de agua y la dependencia exclusiva del río Combeima.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.