Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

Jaramillo: ¿Maquillaje de imagen?

Mientras la ciudad vive un drama social por cuenta del creciente desempleo y el aumento de la pobreza monetaria, el mandatario local no ha escatimado en gastar millonadas para figurar en costos publirreportajes nacionales que pretenden maquillar su mediocre gestión en la ciudad. Esta es la historia. Por: Eduardo Bejarano.
Imagen
Crédito
Suministrada
1 Nov 2019 - 10:05 COT por Ecos del Combeima

En repetidas ocasiones, el alcalde de Ibagué ha cuestionado el tema de la pauta comercial, haciendo frecuentes referencias a lo que algunas emisoras y comunicadores recibieron en la pasada administración. Por la boca muere el pez dice un popular adagio, pues resulta que el mediocre mandatario de la ciudad ha destinado millonarios recursos para pagar a medios nacionales para promocionar su “histórica gestión”, lo que ha incluido primeras páginas en diarios como El Espectador y entrevistas en cadenas nacionales.

 

Claramente, lo que Jaramillo cuestiona a nivel local en materia de esta clase de pagos, le parece maravilloso hacerlo a nivel nacional para presentar una imagen que no corresponde con la realidad. Recientemente, y empecemos por ahí, a full color y en primera página de El Espectador se tituló “Ibagué recuperó sus escenarios deportivos (Ver), en referencia a la entrega de tres, tan solo tres de los 11 escenarios prometidos. Es decir que esos tres escenarios solo corresponden al 27% de los escenarios que Jaramillo nos prometió entregar. Aquí un paréntesis: Si un ejecutivo del sector privado solo cumple con el 27% de sus metas, ¿no lo pondrían de patitas en la calle?; Si el director de la DIAN solo cumpliera con el 27% de las metas de recaudo, ¿no lo mandarían a volar?; Si a un médico solo le sobreviven el 27% de los pacientes, ¿no tendría que dedicarse a otra cosa? Entonces la pregunta es, ¿cuál es el gran merito de Jaramillo al entregar solo el 27% de lo prometido? Creo que aquí muchos siguen contentándose con migajas y pequeñeces.

Pero sigamos. Dicha publicación en El Espectador tuvo un valor de $59´414.796 pesitos, tal y como lo muestra el contrato 2723 del 10 de octubre de 2019 (ver contrato). Y no es lo único. Por entrevistas en Caracol Radio, en donde se incluyen cuñas y contenidos en espacios como La Luciérnaga, La Hora del Regreso, La W con Vicky Dávila y otros, la administración local desembolsó $35.000.000 (ver contrato) para un plazo de ejecución de solo 15 días. Así mismo, $63.942.984 pesos fueron para la Casa Editorial El Tiempo (ver contrato), con el objeto de “garantizar la difusión de contenido editorial, publirreportaje o infografía relacionada con la gestión institucional de la alcaldía de Ibagué”. El tema se repite en RCN Radio, con un contrato de $23.800.000 por un contrato de 15 días (ver contrato), también para promociones y cuñas.

Creo que medios nacionales prestigiosos como El Espectador, El Tiempo, Caracol Radio o RCN Radio tienen todo el derecho de fijar estas tarifas y abrir sus espacios para este tipo de promociones, pues al fin y al cabo ninguno es hermanita de la caridad y estos contratos no comprometen su objetividad ni su capacidad de investigación y denuncia, contrario a lo que sucede en la actualidad con un diario local. Lo que resulta infame, por decir lo menos, es que un sujeto investigado por temas relacionados con posible corrupción y que muestra un balance social tan mediocre a la luz de las cifras de empleo y pobreza, se gaste millonadas en contratos para lavar su raquítica imagen. Además, y no nos digamos mentiras, la situación financiera de la alcaldía en donde la feria de impuestos y empréstitos nos está pasando factura a todos los contribuyentes, no está para estar derrochando recursos a manos llenas, menos por parte de quien prometió ser ejemplo de austeridad. Y de honestidad. Y de rectitud. Lo cierto es que Ibagué si cambió, pero solo de comparsa pues las costumbres y mañas de antaño siguen siendo las mismas.

 

 

También te puede interesar estas columnas

Cada año en Colombia se recuerda la toma del Palacio de Justicia y se revive el dolor por una herida que nunca se cerró.

Tras la pre cumbre glocal en Bogotá, la capital tolimense será sede oficial en 2026. El reto ahora es pasar del discurso a la acción, con proyectos concretos que conecten sostenibilidad, productividad y reputación empresarial.

Colombia abre una nueva página en su historia cafetera. La Federación Nacional de Cafeteros, a través de Cenicafé, ha presentado UMBRAL, una variedad que puede transformar el mapa productivo nacional y devolver la esperanza a las zonas cafeteras bajas que durante décadas fueron desplazadas por el calor, las plagas y la falta de rentabilidad.

Con potencial agrícola, minero y energético, el departamento se debate entre la riqueza del subsuelo y la urgencia de proteger su biodiversidad.

Cada noviembre revive el duelo por dos tragedias que marcaron a Colombia: la toma del Palacio de Justicia y la avalancha que sepultó a Armero. A cuatro décadas, las preguntas siguen sin respuesta y el país sin consuelo.

Para los candidatos presidenciales y al congreso, ésta debe ser la gran causa nacional: hacer de la productividad el nuevo pacto de progreso. De no hacerlo, condenaremos al país a nuevas décadas perdidas. La elección debe ser clara: productividad o decadencia.

El campo tolimense está lleno de héroes silenciosos. En el norte, los cafeteros resisten entre lluvias desbordadas; en el sur, los arroceros hacen cuentas para ver si este año alcanzan a recuperar lo invertido; y en la cordillera, productores de caña, aguacate y cacao siguen apostando, sin saber si el precio del día siguiente los dejará respirar o los pondrá a empezar de cero.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.