Jaramillo: ¿Maquillaje de imagen?

En repetidas ocasiones, el alcalde de Ibagué ha cuestionado el tema de la pauta comercial, haciendo frecuentes referencias a lo que algunas emisoras y comunicadores recibieron en la pasada administración. Por la boca muere el pez dice un popular adagio, pues resulta que el mediocre mandatario de la ciudad ha destinado millonarios recursos para pagar a medios nacionales para promocionar su “histórica gestión”, lo que ha incluido primeras páginas en diarios como El Espectador y entrevistas en cadenas nacionales.
Claramente, lo que Jaramillo cuestiona a nivel local en materia de esta clase de pagos, le parece maravilloso hacerlo a nivel nacional para presentar una imagen que no corresponde con la realidad. Recientemente, y empecemos por ahí, a full color y en primera página de El Espectador se tituló “Ibagué recuperó sus escenarios deportivos” (Ver), en referencia a la entrega de tres, tan solo tres de los 11 escenarios prometidos. Es decir que esos tres escenarios solo corresponden al 27% de los escenarios que Jaramillo nos prometió entregar. Aquí un paréntesis: Si un ejecutivo del sector privado solo cumple con el 27% de sus metas, ¿no lo pondrían de patitas en la calle?; Si el director de la DIAN solo cumpliera con el 27% de las metas de recaudo, ¿no lo mandarían a volar?; Si a un médico solo le sobreviven el 27% de los pacientes, ¿no tendría que dedicarse a otra cosa? Entonces la pregunta es, ¿cuál es el gran merito de Jaramillo al entregar solo el 27% de lo prometido? Creo que aquí muchos siguen contentándose con migajas y pequeñeces.
Pero sigamos. Dicha publicación en El Espectador tuvo un valor de $59´414.796 pesitos, tal y como lo muestra el contrato 2723 del 10 de octubre de 2019 (ver contrato). Y no es lo único. Por entrevistas en Caracol Radio, en donde se incluyen cuñas y contenidos en espacios como La Luciérnaga, La Hora del Regreso, La W con Vicky Dávila y otros, la administración local desembolsó $35.000.000 (ver contrato) para un plazo de ejecución de solo 15 días. Así mismo, $63.942.984 pesos fueron para la Casa Editorial El Tiempo (ver contrato), con el objeto de “garantizar la difusión de contenido editorial, publirreportaje o infografía relacionada con la gestión institucional de la alcaldía de Ibagué”. El tema se repite en RCN Radio, con un contrato de $23.800.000 por un contrato de 15 días (ver contrato), también para promociones y cuñas.
Creo que medios nacionales prestigiosos como El Espectador, El Tiempo, Caracol Radio o RCN Radio tienen todo el derecho de fijar estas tarifas y abrir sus espacios para este tipo de promociones, pues al fin y al cabo ninguno es hermanita de la caridad y estos contratos no comprometen su objetividad ni su capacidad de investigación y denuncia, contrario a lo que sucede en la actualidad con un diario local. Lo que resulta infame, por decir lo menos, es que un sujeto investigado por temas relacionados con posible corrupción y que muestra un balance social tan mediocre a la luz de las cifras de empleo y pobreza, se gaste millonadas en contratos para lavar su raquítica imagen. Además, y no nos digamos mentiras, la situación financiera de la alcaldía en donde la feria de impuestos y empréstitos nos está pasando factura a todos los contribuyentes, no está para estar derrochando recursos a manos llenas, menos por parte de quien prometió ser ejemplo de austeridad. Y de honestidad. Y de rectitud. Lo cierto es que Ibagué si cambió, pero solo de comparsa pues las costumbres y mañas de antaño siguen siendo las mismas.