Tolima: tierra de oportunidades
El departamento del Tolima es sin lugar a duda un territorio lleno de riqueza y oportunidades. La dimensión del territorio (23.562 Kmts2), las bondades de la naturaleza enmarcadas en el agua y la biodiversidad en flora, fauna y microclimas que van desde las llanuras ribereñas que baña el rio grande de la Magdalena hasta los picos del Nevado del Tolima vigilantes de la inmensidad del territorio a más de 5.220 metros sobre el nivel del mar.
A pesar de tanta riqueza, considero que, en los 162 años de existencia como departamento hemos fallado en la lectura y ordenamiento del territorio en términos de desarrollo social, productivo y competitivo. A pesar de haber diseñado un conjunto de instrumentos de planeación entre visiones, planes sectoriales y agendas de competitividad, nos quedamos cortos en la visión de desarrollo. En este sentido vale la pena anotar que el Tolima tiene tres escenarios o visiones distintas de desarrollo en cuanto a la funcionalidad del territorio lo que sería equivalente a tener 3 departamentos en uno solo.
El primer escenario, a manera de territorio funcional, es aquel que lo relaciona directamente con Bogotá – Región representando la primera visión de desarrollo tradicional establecida desde cuando se veía a Bogotá como el principal mercado y apuesta estratégica para los municipios de la zona centro oriente del departamento enmarcada por el corredor logístico Bogotá – Buenaventura y un conjunto de relaciones funcionales por servicios como educación, trabajo, salud, trámites nacionales e internacionales y conectividad aérea, entre otros. En el marco de este escenario, el Tolima hace parte de la RAP-E Región Central y se enfoca en temas de abastecimiento alimentario pensando en Bogotá, conectividad logística y movilidad de carga o pasajeros.
Como segundo escenario (territorio funcional), encontramos la relación con el Eje Cafetero y el occidente del país pues Tolima limita con Valle del Cauca, Quindío, Risaralda y Caldas. Solo en la porción que corresponde a los límites con los departamentos del Eje Cafetero existen 245 kilómetros de frontera en los que 12 municipios del Tolima se relacionan con este territorio. Más del 70% de la carga que se mueve entre Buenaventura y Bogotá pasa por el Quindío, Cajamarca e Ibagué, pues este puerto del Pacífico, es puerta de entrada de mercancías de importación por donde ingresan materias primas y otros bienes de consumo provenientes de todo el mundo. Sin embargo, este segundo escenario, como relación funcional, se caracteriza por el tema ambiental pues el Parque Nacional Natural los Nevados es la fábrica productora de agua para estos 4 departamentos y parte del Valle del Cauca.
En cuanto a aspectos productivos, los cultivos de café, aguacate y cítricos generan un vínculo muy fuerte en los municipios limítrofes con Quindío y especialmente con Caldas: para nadie es un secreto el habladito paisa de la gente de Fresno, Casabianca, Herveo, Villahermosa y Murillo. Esta relación funcional se fortalece con el ingreso del Tolima a la RAP Eje Cafetero y la puesta en marcha de estrategias como la integración regional de la cadena productiva de café, la estrategia turística “Destino Entre Montañas” con su slogan “cuatro departamentos, un solo destino” , la conexión entre Mariquita - Letras – Manizales, la puesta en operación de la vía Cambao, Armero, Líbano Murillo, Manizales, la propuesta de reactivar el cable aéreo Mariquita – Manizales, el corredor férreo La Dorada – Chiriguanà, así como la entrada en operación de los túneles de La Línea, el cruce de la cordillera central y próximamente la doble calzada Ibagué – Cajamarca que reducirá a una hora larguita el trayecto Ibagué – Armenia. Estos son apenas algunos de los conectores de este territorio funcional que explican la segunda visión de desarrollo.
Una tercera visión de desarrollo que representa otro escenario funcional, apunta hacia el sur del país: Huila, Caquetá, Putumayo. De hecho, el Tolima en términos de regalías, pertenece al OCAD Centro Sur donde además de los departamentos mencionados está el Amazonas. En esta visión de desarrollo, el café es el común denominador. La relación funcional del Tolima Sur con el departamento del Huila es inmensa pues estos dos departamentos (Tolima y Huila), representan los primeros lugares en producción cafetera ya que entre ambos suman cerca de 250 mil hectáreas sembradas en café, donde Tolima aporta aproximadamente 107 mil hectáreas.
El corredor logístico Bogotá – Putumayo permite la interconexión del Tolima con el sur de Colombia; la doble calzada que viene desde Bogotá (hoy hasta Saldaña), apunta a conectar con esta vía 4G hasta Neiva. El desarrollo de la cadena productiva de cafés especiales, la cadena piscícola y de acuaponía, así como un conjunto de servicios compartidos entre Tolima y Huila, han dado pie para la conformación de la Región Estrategia de Internacionalización Prioritaria “REGIP Tolima - Huila”, estrategia del gobierno nacional acertadamente retomada y rescatada por el nuevo gobierno del presidente Gustavo Petro para seguir fortaleciendo los procesos productivos, competitivos y comerciales así como la atracción de inversión e internacionalización para estos dos departamentos del país.
El Tolima es tierra de oportunidades, pero para hacerlas realidad hay que leer y ordenar el territorio desde diferentes ópticas de desarrollo: “no podemos seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes”. Cada subregión y cada territorio funcional tienen diferentes puntos de convergencia entre las ventajas comparativas y competitivas por lo que hago extensiva la invitación a participar en la construcción de la Visión Tolima 2050, ejercicio que hoy muestra excelentes resultados y permite ampliar la visión para el desarrollo socioeconómico y la sostenibilidad ambiental y ecosistémica del territorio