“Dime que presumes y te diré que careces”, es un viejo refrán que se acomoda a la polvareda que levantó la alcaldesa de Ibagué por unas declaraciones que ella misma hizo sobre la Gobernadora del Tolima; en las que de cierta forma responsabilizaba a la Gobernadora por la crisis actual de nuestra ciudad.

Lo que, a la alcaldesa, su equipo de gobierno y su jefe político no previeron, es que, en el desespero por distraer la atención, esparcieron el fuego del malestar que tenemos los ibaguereños por lo mal administrada que está la ciudad y que con culpar a lo demás de su inactividad, ineficiencia e incompetencia, solo demostraron que tuvimos un año de gobierno en el que solo le interesaba a la administración municipal figurar por redes sociales y auto publicitarse, pero de gobernar, muy poco.

Ahora alcaldesa, no existe, o al menos que yo sepa, una campaña de desprestigio en su contra, lo que se está viviendo es la exacerbación de la impotencia que sienten los ciudadanos ante el mal estado de la malla vial, la inseguridad, el caos en el espacio público y la movilidad. De hecho, su mensaje es contradictorio, ya que por un lado lanza esa frase de “auxilio” ante la gobernadora por recursos, pero por el otro anuncia “históricas y millonarias inversiones para la malla vial de Ibagué”; ¿al fin qué, hay o no hay plata?

Además, alcaldesa, el afán de protagonismo politiquero de Andrés la está llevando a cometer errores administrativos que solo afectan a la ciudad; porque ya todos sabemos el talante de quien se autodenomina “el gallo nuevo de la política”, que ha pasado por más de 4 partidos políticos, que tiene una ausencia total del valor de la gratitud y un ego que lo hace padecer entre tantas cosas, de amnesia. Todo esto indica alcaldesa, que los intereses de su jefe son solo personales y que usted no se puede dejar llevar al vaivén de sus pasiones.

Finalmente, todas estas discusiones resultan siendo insulsas y se convierten en globos distractores frente a la realidad de la ciudad, puesto que lo más importante aquí, como diría Álvaro Gómez, es concentrarnos en lo fundamental, y lo fundamental es Ibagué. Por lo tanto, lo necesario es que la Alcaldía y sus funcionarios dejen la politiquería de lado y se dediquen a hacer una debida planeación, a ejecutar los empréstitos, a solucionar buena parte de las tantas necesidades que tenemos y que no se van a resolver con tiktoks y mucho menos con frases incendiarias.