¿Rodolfo presidente?
Sin lugar a dudas, el Ingeniero Rodolfo Hernández, fue la gran sorpresa de la primera vuelta presidencial. Sin maquinaria, sin estructuras regionales, sin congresistas y sin los partidos tradicionales a su lado, se coló en la segunda vuelta, hecho que lo ubica como un verdadero fenómeno electoral.
Pero al margen de la emoción y el repentino Rodolfismo que se despertó en muchos rincones de la geografía nacional, el tema, más allá de las emociones y los oportunismos de última hora, debe analizarse a la luz de las cifras y de los pronósticos que se pueden desprender de las últimas encuestas. Ni Rodolfo es presidente ni Petro está sepultado.
Partamos de la base que en la segunda vuelta se pueden presentar cerca de 21 millones de votos, un poco menos que los registrados en la primera vuelta. Esto no es un invento, pues al revisar las segundas vueltas de 2018 y 2010, se encuentra que hubo un ligero descenso en el número de votantes. Igualmente, asumamos también que el voto en blanco, los votos nulos y las tarjetas no marcadas pueden estar cerca del 4% del total de votantes para la segunda vuelta, también con base en los registros históricos para los promedios de las segundas vueltas presidenciales, es decir que rondarían los 840.000 votos en junio de 2022. Ya con eso encontramos que la cifra “mágica” para ganar la segunda vuelta estaría cercana a los 10.100.000 sufragios.
Las elecciones ciertamente tienen unas lógicas políticas y numéricas difíciles de contradecir. Pero sería una tontería asumir que todos los votos de un candidato como Federico Gutiérrez o los de Sergio Fajardo van a ir a parar a un lado u otro por cuestión de magia o por el mero deseo de quien los obtuvo. Sin embargo, sería lógico asumir que buena parte de los cinco millones de votos de Gutiérrez fueran a parar a donde el Ingeniero Hernández, pues este último, quien se presentó también como un “outsider” o candidato anti-sistema, tiene dos ases importantes: Primero, sigue siendo un candidato independiente, pero después de la primera vuelta, además de este atributo, representa también el anti-petrismo, lo cual le va a generar una cantidad muy importante de votos. Pero no todos los de Fico.
Pero más allá de las cuentas del ingeniero, es más importante saber de dónde va a sacar el Pacto Histórico el millón y medio de votos que le faltan para hacerse con la presidencia. Al revisar las cifras de las diferentes encuestas anteriores a la primera vuelta, es evidente que no hay mucho de donde arañar ni por donde crecer con solidez, pues todos los votos que quedaron “sueltos” por parte de Fico Gutiérrez, Sergio Fajardo, John Milton Rodríguez y Enrique Gómez comparten, en términos generales, un común denominador: son mayoritariamente votos anti-Petro.
¿Podrá entonces Petro morderle votos al ingeniero? Difícilmente. ¿Podrá hacerse a un importante porcentaje de los votantes de Fico Gutiérrez? Lo dudo. ¿Convencerá a buena parte de los 890.000 electores de Sergio Fajardo, especialmente después de que se develó que la campaña de Petro se dedicó por meses a “quemar” a Fajardo por diferentes medios?. No lo creo.
El tema crítico entonces está en los 5 millones de votos de Fico Gutiérrez. Esos votos, como ya dije, no se van a ir por transferencia automática a donde el ingeniero Hernández por varias razones, principalmente porque una gran cantidad de esos sufragios fueron votos de maquinarias regionales que no se van a movilizar de buenas a primeras si no media antes algún tipo de acuerdo o transacción entre los que manejan esos votos y quienes los necesitan. Y eso incluye también a Petro como necesitado de esos votos. Así que en este contexto, uno más uno no necesariamente son dos.
Finalmente, hay otros actores relevantes del centro del espectro político que en algunas regiones del país que podrían equilibrar las cargas a favor de Petro Urrego o sellar finalmente la suerte de Rodolfo Hernández. En primer lugar el Partido Verde, que tiene importante presencia en Bogotá, Boyacá y zonas del Valle del Cauca. Sorprende que según la última encuesta del Centro Nacional de Consultoría (Mayo 2022), en una segunda vuelta entre Petro y Hernández, el 46.5% de los del Partido Verde se irían con Hernández, mientras que solamente el 29.5% con Petro. Igual sucede con el Partido Liberal, pues en la misma encuesta, el 46.5% de quienes se definen como Liberales se irían con el ingeniero en una segunda vuelta, mientras que el 32.9% apoyaría a Petro. Ah y para confirmar que la jugadita de quemar a Fajardo no resultó bien, quienes se definen como del Centro Esperanza apoyarían en segunda vuelta mayoritariamente al ingeniero (55.3%), mientras que solamente el 15.6% a Petro. Así que ya sabemos para dónde van los votos de Fajardo.
La carrera sigue abierta y las posibilidades de los dos finalistas dependerán no de los debates, ni tampoco de las propuestas, sino de las emociones que generen en el electorado en las próximas tres semanas y de las negociaciones políticas que se conviertan en votos para uno u otro candidato. Ya veremos quién gana ese decisivo pulso…
Post Data:
1. Hay gente con estrella. Después de la cuestionada alianza entre César Gaviria y Federico Gutiérrez que estuvo en contravía del sentimiento de buena parte de la base liberal y congresistas entrantes y salientes, el destino le vuelve a presentar una segunda oportunidad a Gaviria. ¿Qué hará el jefe máximo del Partido Liberal? Su decisión, en un escenario de voto-finish, puede ser decisiva en el resultado final del próximo 19 de junio;
2. Un error atacar por el tema de Vitalogic al ingeniero Hernández. Petro y sus seguidores deberían saber que una imputación de cargos es una cosa, y una condena por corrupción es otra. Y si fuera consistente con eso, debería apartar de su campaña a todo aquel que, como en el caso de Guillermo Alfonso Jaramillo, tenga imputaciones por corrupción en su contra. Es un acto de mera sensatez y objetividad política. Y sea cual sea el caso, la gente está hastiada de la guerra sucia, los ataques personales y las fake news.