Visión que no se quede en el papel
“No puede ser un catálogo de buenas intenciones, sino un instrumento que vaya delimitando la acción" rezaba el documento que contenía la visión 2025, cuyo propósito era reducir la pobreza, lograr crecimiento económico y equidad. A tres años de cumplirse el plazo para tan anheladas metas, no se requiere mayor análisis para concluir que no se cumplió y que vale la pena reformular dicha visión como lo anhela nuestro gobernador; el nuevo documento contará con la participación de todos los sectores sociales y económicos para que haya validación y apropiación, agregaría yo, para que haya también un control y exigencia en su ejecución. Cuando participamos en la construcción de una herramienta tan valiosa como la visión de nuestro territorio, estamos habilitados para reclamar resultados.
No cabe duda de que la actual administración piensa en grande y proyecta a nuestro departamento como un actor importante en materia de exportaciones, no en vano existen planes de internacionalización de empresas que ya se encuentran en ejecución, sino que también le apuesta a la integración del Tolima con las regiones para generar desarrollo como lo podemos evidenciar con la adhesión del Tolima a la RAP Eje Cafetero y, con el mundo entero a través de la formulación del proyecto del nuevo aeropuerto internacional Perales.
Ambiciosos proyectos para desarrollar el turismo, la cultura y cualificar el perfil de nuestros estudiantes a través de nuevos programas de formación en las universidades que le apunten a los que demanda el entorno globalizado en el que vivimos, son las retadoras metas que se esperan estén contenidas en el nuevo documento. No podría ser de otra manera si esperamos proyectarnos en grande, sin embargo, lo complejo aquí no es propiamente la definición de las metas sino la ejecución, pues no sabemos qué gobiernos lleguen y qué tanto apropien estos valiosos estudios. La fallida visión 2025 así lo prueba.
La actual ejecución de los proyectos desarrollados con la RAP Eje Cafetero como el inicio de obras de infraestructura vial que conecten nuestros departamentos con el país, la próxima participación de empresarios tolimenses en una de las ferias más importantes del mundo como lo es ExpoDubai, la promoción de nuestro café en ferias internacionales como la que se llevará a cabo en Boston en abril, la ejecución del proyecto Circuito Paisajístico Cultural e Histórico ubicado entre Salento – Toche- Cajamarca- Ibagué, que traerá desarrollo turístico y en consecuencia desarrollo económico sostenible, son algunas de las buenas noticias que ha traído la importante inclusión del Tolima en la RAP Eje Cafetero.
Se espera que continúen las obras de desarrollo y que esta visión que ha iniciado su construcción se traduzca en acciones y resultados. Este gobierno dejará sentadas las bases para que así sea y esperemos que los próximos lo continúen. Las malas experiencias nos convierten en pesimistas y ese es otro reto que debemos superar si queremos ver una región pujante y desarrollada. Participemos en la construcción de esta visión, seamos propositivos y exigentes con su cumplimiento y no tendremos que estar lamentándonos como ahora.
Central de abastos, zonas francas, centro multipropósito, aeropuerto internacional, proyectos que deben ser una realidad en el corto plazo si de aprovechar nuestra ubicación geográfica se trata y si queremos ser epicentro logístico y turístico, generando desarrollo y reactivación económica.