Revocatoria del mandato parte II
En el escrito hice referencia a los requisitos que son necesarios, establecidos por la Constitución y la Ley, para llevar acabo de principio a fin una revocatoria. En ese sentido, la revocatoria del mandato procederá, siempre y cuando se surtan los siguientes requisitos: 1. Haber transcurrido no menos de un año, contado a partir del momento de la posesión del respectivo alcalde o gobernador y 2. Los promotores deben, ante la Registraduria, exponer las razones que la fundamentan, por la insatisfacción general de la ciudadanía o por el incumplimiento del programa de Gobierno; que una vez reconocido, tiene hasta 6 meses para recolectar las firmas del 40% mínimo de los votos obtenidos por el Gobernador o Alcalde en ejercicio.
Entonces, existen circunstancias imponderables, casos fortuitos, desastres, que impiden a un gobernante cumplir con su Plan de Desarrollo, también, hay que evaluar técnicamente su ejecución con los indicadores de gestiónn aprobados por Planeación Nacional, entre otros factores que se deben tomar en cuenta.
Ahora, para terminar de completar el oscuro panorama, la Red Nacional de Veedurías de Colombia, en cabeza de Pablo Bustos, emitió una alerta con el fin de evitar el derroche de recursos en medio de la grave crisis económica, sanitaria y social que enfrenta el país, por cuenta de la afectación que ha generado la llegada del COVID-19, que a la fecha ha cobrado la vida de más de 50.000 ciudadanos en Colombia.
Según la red de veedurías, hasta el momento, hay más de 34 revocatorias inscritas en el país, que tendrían un costo de más de 150.000 millones de pesos, que con ese dinero, se podrían comprar cerca de 15 millones de vacunas para salvar la vidas, más aun, cuando nos encontramos el peor momento de los 10 meses de pandemia. Ahí me pregunto, ¿es sensato promover una revocaría de mandato en este momento?
Finalmente, cada día surgen más razones que confirman que las Revocatorias de mandato en este periodo de nuestra historia, no tienen razón de ser; además que, es parte de la estrategia de la oposición para desprestigiar al gobernante y mantener una expectativa que les favorezca con miras a las próximas elecciones.; es decir, se utiliza este mecanismo como recurso populista y bandera política o de politiquería, pues como están las cosas, no hay nada más inoportuno e inoficioso que promover una revocatoria.