Del dicho al hecho, hay mucho trecho
La Secretaría de Gobierno Municipal, anuncia que puso en marcha el Plan Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana (PISCC) en el propósito de tener en Ibagué una ciudad segura y tolerante y como un derrotero 2020-2023.
Con más de cinco meses de confinamiento, los delitos, por obvias razones han disminuido, pero sin embargo se siguen registrando hechos de robos mayores, menores, homicidios y sicariato y donde cobran especial relevancia los hechos relacionados con el tráfico de estupefacientes, empresas criminales que en pandemia se reinventan y no paran en sus actividades. Ojalá la formulación de las 19 estrategias y las 77 actividades que se consignan en el documento, tengan el seguimiento y la realización eficaz para garantizar seguridad y la convivencia, a través de la “prevención, vigilancia y control, e infraestructura y tecnología”.
No es la primera vez que una administración anuncia con bombos y platillos, que por fin se cuenta con el talento humano y las herramientas para alcanzar los fines sagrados de la tranquilidad y calidad de vida que se merecen los ciudadanos, pero la coyuntura socio-económica y humanitaria que se vive y que de alguna manera es diferente a las ciudades con menores índices de desempleo e informalidad, que Ibagué exige mayor esfuerzo, seriedad y cumplimiento por parte de la administración y demás entes involucrados en la ejecución de este nuevo plan.
La prevención inicia con las estadísticas de los hogares que por cuenta de la pandemia, las medidas restrictivas de la movilidad y demás circunstancias, aguantan física hambre y tampoco tienen la opción de un empleo o trabajo digo, situaciones que podrían inducir a desatinadas y dolorosas decisiones, avizorando descomposición social. Interesante la administración pueda atender los fenómenos sociales que padece una ciudad, pero también es acertado, desentrañar o conocer los motivos que originan la criminalidad en todas sus formas.
La infraestructura y la tecnología serán decisivas para el control y la vigilancia. Ojalá se propicie una buena coordinación con los líderes comunales, actores esenciales de apoyo en estos planes. La dotación de las cámaras de seguridad como un componente indispensable en el seguimiento, identificación y judicialización de los presuntos delincuentes.
Es un tema recurrente, pero es necesario complementar estos planes con la capacitación y sensibilización a los miembros de la fuerza pública, para que asuman una actitud seria, responsable y de compromiso en la ejecución de las estrategias y sus diferentes actividades. Generalmente las reuniones con los frentes de seguridad en el verbo y en el papel salen bien, pero en la realidad, nada cambia.
Reto grande el de la administración municipal a través de la secretaria de gobierno, para poner en marcha un ambicioso plan de seguridad, donde sus resultados saltarán a la vista. Del dicho al hecho, hay mucho trecho.
Puntos finales:
No hay distanciamiento entre el Gobernador del Tolima y el Alcalde de Ibagué, lo que hay es poco entendimiento. ¿Peligra la agenda conjunta?
¿Cómo le estará yendo a Planeación Municipal con el seguimiento y control al POT- Art. 502 del Decreto 823 del 23 de diciembre de 2014?
¿Será verdad, nada tienen que ver los Curadores Urbanos con el caos urbanístico que se presagia en la ciudad?