Ibagué ya tiene su Plan de Desarrollo
Más allá del despliegue mediático y de la percepción que tengan las personas sobre los gobiernos de turno, ya sean nacional, departamental o municipal; existe un único elemento que permite medir la eficiencia de las políticas públicas adoptadas por el ejecutivo, donde realmente se establece si a una administración le fue bien o mal, y es el plan de desarrollo.
Para mayor claridad, el plan de desarrollo es el instrumento formal y legal por medio del cual se trazan los objetivos del Gobierno permitiendo la posterior evaluación de su gestión, también contiene una parte general y un plan de inversiones de las entidades (Presidencia de la República, gobernaciones o Alcaldías). En la parte general se señalan los propósitos y objetivos de los entes territoriales de largo plazo, las metas y prioridades de la acción estatal en el mediano plazo y las estrategias y orientaciones generales de la política económica, social y ambiental. Lo anterior, conforme a lo dispuesto por el artículo 339 de la Constitución Política Nacional y la Ley 152 de 1994.
Es decir, que el plan de desarrollo es la hoja de ruta que deben seguir las administraciones para plasmar lo que prometieron en campaña y trasladarlo a un compromiso de gobierno.
Todo esto lo traigo a colación porque fue aprobado por el Concejo Municipal el plan de desarrollo denominado “Ibagué Vibra”, presentado por el Alcalde de Ibagué Andrés Hurtado, para los años 2020-2023; así que me tomé la tarea de revisarlo por ser de interés público, y debido a la extensión de la información, consignar en este espacio solamente lo más relevante.
En este orden de ideas, el plan de desarrollo Ibagué vibra está dividió en cuatro dimensiones: la primera es Ibagué Socio Cultural, donde están los temas de salud, educación, cultura, inclusión social y diversidad, recreación y deporte, e infancia, adolescencia y juventud. Aquí se destaca el mejoramiento de la red hospitalaria con dotación e infraestructura de tres unidades de salud intermedia para las comunas 7,8 y 9 por un valor de 12 mil millones; en educación, 1.000 cupos para acceso a la educación superior, la construcción de 26 instituciones educativas de la jornada única, 54.000 estudiantes con alimentación escolar y por supuesto, la recuperación de los escenarios deportivos en los que se invertirán 30.347 millones.
La segunda dimensión es Ibagué económica y productiva, y está compuesta por los siguientes aspectos: emprendimiento, ciencia, tecnología e innovación, infraestructura vial, agricultura y desarrollo rural, turismo, vivienda, minas y energía. Lo importante de este punto es la construcción del repartidor vial de la calle 60 con carrera quinta presupuestado en 40 mil millones de pesos, más la construcción de 15 kilómetros de placa-huella, 600 mil m2 de mejoramiento y rehabilitación de la malla vial urbana; en materia de empleo, se esperan beneficiar a 8.000 unidades productivas poniendo en marcha el programa de reactivación económica con 600 microcréditos a famiempresas y microempresas, sumado a la generación que traerá la construcción de las grandes obras de infraestructura que se estima en 20 mil nuevos empleos.
La tercera dimensión se llama Ibagué ambiental y ecosistémica, con elementos como el ambiente y gestión del riesgo, agua potable y saneamiento básico. La propuesta en este punto es mejorar la calidad de vida de los habitantes en situación de riesgo, por fin terminar el proyecto del acueducto complementario, mejorar los acueductos comunitarios y construir plantas de tratamiento residual.
Por último, está la dimensión: Ibagué nuestro compromiso institucional. El propósito en éste ámbito es apostarle a la justicia, seguridad y convivencia ciudadana, propiciando las condiciones de convivencia pacífica, con un fortalecimiento tecnológico para la seguridad y con recuperación del espacio público; además, se quiere recuperar la confianza en las instituciones promoviendo una gestión pública democrática, optimizando el uso de los recursos públicos desde la transparencia y eficiencia.
A groso modo, ésta será la bitácora de vuelo que tendrá nuestra ciudad hasta el año 2023, donde espero, se cumplan todas y cada una de las metas que se propuso la alcaldía municipal, pues en el plan de desarrollo, que también es nuestro, están consignadas las esperanzas de la reivindicación y un mejor futuro para todos los ibaguereños.