El dilema de la basura

El manejo de residuos y basuras en general es un problema gravísimo en el mundo y la ciudad de Ibagué no es ajena a esta problemática, más aún cuando la ciudad adolece de cultura ciudadana y aún menos de cultura del reciclaje, separación y manejo de basuras.
Dos estudiantes del curso de Gerencia Estratégica del Programa de Negocios Internacionales preocupados por el tema, hicieron una breve pero importante acotación al tema, que puede servir como punto de partida para muchas cosas que faltan por implementar en la ciudad, son ellos: Carlos Felipe Walteros Jiménez y Alan Eduardo Peláez Serna.
Luego de superarse la problemática presentada durante el siglo XIV de la llamada peste negra y, especialmente con los avances médicos después de los años 50’, se ha producido un fenómeno de superpoblación o sobrepoblación a nivel global que ha traído consigo un empeoramiento del entorno a nivel mundial, disminución en la calidad de vida y situaciones de hambre y conflicto. Se estima según estudios realizados por el Programa de las Naciones unidas para el Medio ambiente (UNEP) y la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA) que cada año se producen en el mundo entre 7 mil y 10 mil millones de toneladas de residuos urbanos y una de cada dos personas no tienen acceso a sistemas de eliminación controlados. Para el caso de américa latina y el caribe, según el Informe de Perspectiva Regional de la Gestión de Residuos en América Latina y el Caribe presentada en el Fórum International Waste Expo Brasil por el Foro Ministros del Medio Ambiente de ALC y la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, más de 40 millones de personas carecen de cobertura básica de recolección de basuras en américa latina y el caribe.
Aunque de cara a ello cada vez son más las iniciativas que buscan mitigar el impacto generado por la raza humana en cuanto a los residuos sólidos se refiere, la gran mayoría de estas estrategias se encuentran encaminadas a procesos efectivos de reciclaje o de recuperación de ecosistemas; es decir, se enfocan en los eslabones finales de una problemática cuyas raíces se encuentran mucho más atrás en la cadena del proceso. Por ello hemos querido traerles a ustedes en esta columna algunos de los sistemas de gestión de residuos sólidos implementados en diferentes ciudades del mundo las cuales se han caracterizado ya sea por su ingenio, por su productividad (generación de ingresos) o simplemente por la manera en que se gestionan desde el inicio, desde que el ciudadano del común como usted o nosotros saca su bolsa de basura hasta el centro de acopio o punto de recolección establecido para tal fin.
Bo (Sierra Leona). Es una de las ciudades más pobladas de sierra leona y cuya problemática respecto a las basuras han generado grabes daños incluso al mar que le rodea. Durante el 2013 estableció un original programa de gestión de residuos sólidos con el apoyo de fundaciones para el desarrollo y la comunidad de su país a través del cual generan nuevos productos a partir de las basuras recolectadas y generando empleabilidad.
Cochabamba (Bolivia). Es una ciudad boliviana que produce diariamente alrededor de 500 toneladas de basuras. Durante el 2007 puso en marcha un sistema informal de recicladores (“Ecorecolectores”) que consiguió la recogida y tratamiento de 29.000 toneladas de residuos anuales y la creación de 443 puestos de trabajo.
Flandes (Bélgica). Posee el crecimiento de recuperación de residuos más alta de Europa (de 0% en los años 80’ a 70% en el 2013). Implementa una mezcla de políticas sociales, fiscales y legales, de educación ambiental, centros de reutilización o el sistema PAYT (“Pay AS You Throw”): cuanto menos basura producen sus ciudadanos, menos impuestos o tasas municipales pagan.
Malmö (Suecia). Integró un modelo de gestión de basura en toda la cadena del proceso, desde su inicio hasta su proceso de reciclaje que incluye separación en origen, instalaciones de energía a base de la basura, reutilización, reciclaje y compostaje. Gracias a ello los residuos que llegan al vertedero son solo del 0.7% y cubre el 60% de las necesidades de calefacción en Malmö y el área de Burlöv, se producen además 25.000 toneladas de biofertilizante, 10.000 toneladas de compost y biogás equivalente a dos millones de litros de gasolina y varios metales.
Palaos: Palaos es un pequeño país en el Pacífico Norte con una población de 21,000 habitantes (ONU 2016). La economía de Palau depende de las visitas turísticas a sus Famosas Islas Rock e impresionantes sitios de buceo. A partir de 2016, Palaos recibió alrededor de 12,500 visitantes por mes que permitió aumentar sus ingresos, pero con un costo ambiental muy alto.
La generación de residuos sólidos es un problema creciente en Palaos debido al auge del turismo y al aumento de la población local. El sistema de desechos de Palaos está inundado de desechos de alimentos y plásticos, y compone el 26% y el 32% respectivamente de los desechos en Palaos. El turismo genera un gran volumen de envases de bebidas y plásticos, en respuesta al aumento de los residuos plásticos, el gobierno nacional aprobó el Reglamento de Reciclaje de Envases de Bebidas en octubre de 2006 para establecer un programa nacional de reciclaje. El programa es supervisado por tres agencias principales: El Ministerio de Hacienda (MOF), el Ministerio de Infraestructuras Públicas, Industrias y Comercio (MPIIC), y el Gobierno del Estado de Koror.
El MOF administra el fondo de reciclaje, el MPIIC implementa el programa de reciclaje, y el Gobierno del Estado de Koror asegura la sostenibilidad e identifica oportunidades para exportar el reciclaje. El sistema de reciclaje de bebidas de Palaos se basa en el reciclaje de los envases de bebidas de cualquier tipo. El gobierno nacional aplica una tarifa de depósito de US $0,10 a los consumidores por los envases de plástico, vidrio y metal.
Cuando se reciclan los envases y se envían a un centro de canje, se devuelven U$0,05 al cliente, U$0.025 se canalizan al estado de Koror, y el resto U$0.025 se entregan al gobierno nacional para cubrir los costos administrativos.
El programa comenzó con un período de recaudación de fondos de 6 meses para garantizar sostenibilidad operacional durante la cual los envases de bebidas fueron grabados, pero el programa de reembolso aún no estaba en funcionamiento. Este esfuerzo inicial condujo a más de U$659.000 dólares americanos en ingresos y financió las fases iniciales del programa de reembolso. A través de la operación completa del programa entre los años 2011 y 2016, el gobierno ganó U$2,2 millones y reembolsó U$3,9 a clientes por el reciclaje de más de 88 millones de envases de bebidas.
Alrededor del 98% de los envases de aluminio, plástico y vidrio fueron reciclados. Además, se ahorraron alrededor de U$12,000 en costos operativos al no enviar esos envases al vertedero M-dock, luego los contenedores con los envases se envían a Taiwán y China, para su posterior procesamiento.
Estos son solo algunos ejemplos y casos de estudio para caer en cuenta que las posibilidades para reducir el daño ambiental que generan las basuras son muchas y algunas son muy rentables. Es una invitación a ver hacia adelante y soñar con una voluntad política que genere una cohesión entre el estado, la sociedad y el consumidor en pro de reducir el impacto ambiental que todos como personas generamos en el planeta.
Alberto Delgado Cortés
Economista
MBA Magister en Administración de Empresas con especialidad en Sistemas de Gestión de Calidad - Chile.
Profesor investigador Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad del Tolima
Asesor académico pasantías nacionales e internacionales
Ponente a nivel internacional UNAM México – Universidad de Veiga de Almeida Rio de Janeiro, Brasil.
*Las ideas plasmadas en este documento no comprometen a la Universidad del Tolima, solamente son responsabilidad del autor.