¿Rappi o domicilio tradicional?
La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), emitió una contundente sanción a la firma Rappi por 1.245 millones de pesos, en medio de una amplia investigación de protección al consumidor.
Los motivos de la sanción a Rappi coinciden con múltiples comentarios de inconformidad por parte de usuarios de este tipo de plataformas de “delivery” y transporte: cobros dobles a sus clientes, débitos posteriores a sus tarjetas de crédito por diferentes conceptos, constante aumento de tarifas y cancelaciones de los servicios contratados.
Es importante resaltar que el descontento de muchos usuarios radica en que firmas como Rappi y plataformas similares, cuentan con implacables medidas de autocompensación al hacer cobros inmediatos por cancelar un servicio, pero en ningún caso existe una reparación al consumidor por el incumplimiento en los tiempos de entrega o la calidad del servicio prestado.
Este tipo de marcas, con millonarias sumas de facturación en el país, necesitan relfexionar sobre un tema en particular ¿por qué se han hecho exitosas? Si lo hacen de forma genuina, entenderán que su promesa de ayudar al consumidor fue la clave del éxito, y también que, si esta promesa no se mantiene, será el principal motivo de fracaso.
Apreciadas plataformas, que el afán de incrementar el ticket promedio, de cumplir las metas y de crecer más rápido, no les haga perder su activo más importante: su reputación.