Biciusuarios sin rutas en Ibagué
Finalmente se ¨reinauguró¨ en Ibagué el Sistema de Bicicletas Compartidas de Uso Público, después de 6 años de haberse activado un primer lote de 20 bicicletas alimentadas por energía solar; sistema implementado ya con éxito en otras ciudades similares a la nuestra, y que para nuestro caso contará con 8 estaciones y 85 bicicletas públicas de uso compartido. Es un buen número y un buen comienzo, pero nos gusta más el entusiasmo y el noble acompañamiento de algunos concejales al proyecto, que el hecho mismo de no ponerlas en circulación, pues aún no las vemos por las calles de la ciudad.
Interesante y oportuna la implementación de estas bicicletas públicas en Ibagué y otras ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, y mas cuando su propósito es desestimular el uso indiscriminado del vehículo particular, promoviendo medios de transporte alternativos y limpios como la bicicleta que mundialmente se viene imponiendo con mucha fuerza. La movilidad personalizada y generada con la propia energía humana como la bicicleta, la patineta y el caminar, es la alternativa.
Pareciera irracional no fomentar una movilidad limpia y económica como la bicicleta o la movilidad peatonal, si es que aquí en Ibagué por ejemplo, la gente se desplaza cada vez más a pie o en bici. En esta ciudad el 28% de las personas camina para ir al trabajo o estudio, camina para realizar sus diligencias diarias y personales o simplemente lo hace para mejorar su calidad de vida, y también son ya más de 10.000 los biciusuarios que diariamente se mueven por toda la ciudad. Cada día es mayor el porcentaje de ciudadanos que lo viene haciendo, y seguro seguirá incrementándose si promovemos el sistema y lo hacemos sostenible en el tiempo. Y para ello además hacer alianzas con el sector privado como se viene realizando en otras ciudades, es menester también, superar algunos obstáculos de forma y trabajar en varios aspectos como, por ejemplo:
Dar mil y una razón a los candidatos a la alcaldía municipal, para que se entienda con claridad, que tanto la bicicleta pública como el biciusuario en general requiere de una cicloinfraestructura urbana, a fin de desplazarse sin riesgo y sin contratiempo, mas aun cuando muchos ciudadanos tienen diferentes condiciones y capacidades de movilidad. Razones para que cualquier nuevo proyecto urbanístico, plan parcial o proyecto vial, contenga con suficiencia, compromisos para generar nuevo espacio público, ciclorutas y andenes para la gente, para que no suceda lo que sucede hoy en día con toda la Carrera Quinta desde la calle 15 hasta la calle 145, donde sus andenes están convertidos en el mayor y mas desordenado parqueadero público gratis que tiene hoy la ciudad, afeando ese gran centro comercial longitudinal y a cielo abierto que tiene Ibagué, obstruyendo el comercio allí presente y quitándole espacio a la movilidad peatonal, evitando su libre desplazamiento y colocando en riesgo los mismos clientes, la misma gente.
Insistir y persistir en la rehabilitación de los 19,7 kms de cicloruta ubicada en el área perimetral de la ciudad, que luego de una década está bastante deteriorada, ocasionando ya traumatismos, accidentes y hasta el desuso de la misma cicloruta.
Recuperar y restaurar los 5,7 kms de cicloinfraestructura urbana que le costó al municipio cerca $700 millones y que pareciera condenada a la desidia administrativa. Es que la mayoría de ciudades intermedias en Colombia ya están activando estrategias para incrementar el uso de la bicicleta y el desplazamiento peatonal, y lo primero que están haciendo es construir una infraestructura vial exclusiva para bicicletas convencionales, eléctricas y de uso compartido. Cosa que no ha sucedido en Ibagué durante los últimos años, donde al parecer no se ha construido un solo metro de cicloruta.
En tiempos de grandes desafíos para ciudades emergentes como la nuestra, se espera que el sucesor del ingeniero urbanista Andrés Hurtado, proponga cosas novedosas en materia de movilidad limpia, económica y sostenible, y que se comprometa a construir no menos 50 kms de ciclorutas interconectadas entre si, al igual que andenes anchos y homogéneos para una movilidad segura, incluyente y amable con el medio ambiente.