Movilidad urbana
Ibagué podría estar hoy en una encrucijada concluyente en temas de movilidad urbana, superable solo si el burgomaestre toma la iniciativa de asumirla como urgente y excepcional, y acude a iniciativas y mecanismos que le permita actuar de manera inmediata para avanzar en obras civiles y de mantenimiento que conjuren esta calamitosa situación.
¿Entonces cómo podríamos mejorar la movilidad en esta capital, si al parecer ya está en una sin salida? Y es quesin exagerar, es difícil saber por donde empezar con tanto trancón, filas interminables, huecos incontables, semáforos inservibles, contaminación atmosférica inmanejable, espacio público insuficiente y agentes de tránsito inoperantes.
Por ello antes que presentar cifras frías de cuantos vehículos tenemos y cuantos hace 10 o 20 años, y de señalar tiempos y responsables, de reconstruir en el tiempo las pocas obras viales realizadas durante los últimos gobiernos, accidentes viales presentados hoy a diferencia de ayer, kilómetros sin pavimentar o quizá darnos contentillo que finalmente iniciamos el camino hacia un sistema estratégico sostenible; La tarea debería ser ayudar a construir con todas esas ideas, sugerencias y recomendaciones dadas por los lideres en diferentes barrios de ciudad, un plan de choque que señale claramente lo que en esta materia se podría hacer el próximo semestre y la plata disponible para ello.
Hacer poco o mucho en esta emergencia, depende de la voluntad expresa del señor alcalde y su junta directiva. Si deciden jugársela por dar repuesta a ese clamor ciudadano en favor de una movilidad segura y fluida, entonces apreciado Alcalde no lo piense más y consulte al Concejo Municipal la posibilidad de replantear la construcción de esa importante pero no urgente obra civil del Repartidor Vial de la 60, y con esos $40.000 millones avanzar en el cronograma SETP, reconstruir vías y rehabilitar puntos críticos de la movilidad urbana y rural, así como reponer la red semafórica local, mejorar el espacio comunitario y pavimentar las rutas del transporte público.
Es que ni el tiempo y ni el presupuesto dá para construir ese Repartidor Vial, y el legado de esta administración que son los escenarios deportivos se opacaría con esa obra posiblemente inconclusa. Y es que literalmente esos $40.000 millones alcanzarían escasamente para la trompa del elefante blanco que allí nacería.
Alcalde hurtado, no se afane por los estudios y diseños ya realizados para ese proyecto vial, es mejor asumir el costo político de no viabilizarlo, es mejor escuchar el clamor popular y entender que la mayoría de personas se muevenpor necesidad y no por turismo, que obligadamente lo hacen a lugares de trabajo el 36% y estudio el 26%, y otro 20% o un poco mas por diligencias personales como citas medicas, compras, pago de servicio, etc. Además, que estos desplazamientos obligados, en su gran mayoría se hacen en transporte público un 35%, modo caminata el 29% y bicicleta el 1% aproximadamente, y esperansiempre hacerlo de forma fluida, cómoda y segura.
Ibagué requiere migrar a una movilidad urbana donde la prioridad sea la gente y el común denominador el espacio publico, la reina sea el SETP y las arterias viales sus rutas,andenes y ciclo rutas, y lo otro que sea lo otro. Toca hacer lo posible para evitar que Ibagué se convierta en un gran parqueadero como lo es ya la Carrera Quinta estableciendoun uso racional y regulado del espacio y el parqueo público, y donde el Sistema Estratégico de Transporte Público-SETP no sea mas una muletilla para mantener el interés ciudadano y si, un sistema vivencial, real,colectivo, eficiente, seguro y saludable.