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Igualdad, no sexismo

Hablar de temas de género en la contemporaneidad se ha convertido en un camino sobre arenas movedizas.
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Suministrada
8 Mar 2021 - 6:32 COT por Ecos del Combeima

Las conquistas del siglo XX abrieron la puerta al reconocimiento de las mujeres en términos de equidad e igualdad, a tal punto que hoy la nación más poderosa del mundo tiene por vicepresidenta a una 'mujer' 'afroamericana' (El por qué de las comillas lo entenderán más abajo) . 

Aún así todavía hay brechas que necesitan cerrarse en aspectos como el reconocimiento económico - laboral en igualdad de condiciones para hombres y mujeres (20% según la OIT). Y ni qué decir de la protección de sus derechos elementales a la vida, a la seguridad (654 feminicidios en 2020 en Colombia), a su libre personalidad sin que ello signifique ser blanco de acoso o violencia. 

Pero al tenor de estos debates importantes que tienen que ver con ajustes a la legislación y transformaciones culturales, emergen otra vertientes que llevan el discurso feminista a un plano absolutamente insoportable. 

Son esos movimientos para los que decir que la mujer merece protección es reproducir patrones patriarcales que han hecho ver al sexo femenino como un ser inferior o débil. Si por el contrario se dice que la mujer debe estar en la misma posición que el hombre, entonces moldean otros argumentos para sostener que debe reconocerse su valor diferencial como procreadora y ser de vida. 

Las mismas legiones de fanáticas que han desatado una guerra sin cuartel contra el idioma para forzar a que no hablemos de "los" sino de "l@s" o "les" o "lxs" , más allá de que sobre lo fundamental no se avance. Llega a ser tan contradictorio este discurso que en sí mismo reproduce sesgos y discrimina. 

Por qué poner el énfasis en que Kamala Harrys es mujer y negra. Y no hablar de la profesional capaz, brillante con una impecable carrera en el sector público. Qué acaso esos no son méritos para merecer tener el segundo cargo más importante en el gobierno de Estados Unidos. O será más importante pensar en sí se le saluda como la, le o lx señora Harrys. 

Ahora en la conmemoración del 8 de marzo el debate no debe ser si es con chocolates y flores o si no darlos es el pecado por desconocer e invisibilizar. En el centro debe estar la agenda de asuntos serios como la despolitización y desmantelamiento ideológico de los derechos sexuales, el cumplimiento real a la paridad hombres - mujeres en los altos cargos directivos del Estado. 

El acceso a la educación en idénticas condiciones. El respeto por su vida y el derecho a no ser vulneradas por ser mujeres, al reconocimiento en su humanidad y su ser. 

Desmontar la desigualdad, la inequidad, pasa por mucho más que el sexismo recalcitrante, reconocernos no X o Y sino H. La lucha no es de cromosomas es de aceptarnos parte de una especie y en esa medida otorgarnos el mismo valor en la balanza. No por posiciones de fuerza o poder, en lo económico o lo social, sino porque compartimos la condición humana y eso es lo que nos hace más iguales. 

Nunca nos hará iguales pretender que los hombres vean a las mujeres como otro hombre y que incluso el más insignificante de los cortejos se convierta en un motivo para escalarlo al rótulo de acoso. No estamos desprovistos de emociones, no somos máquinas, pero ello tampoco puede validar o justificar de ningún modo las conductas repetitivas, incisivas, obsesivas que traspasan los límites y se convierten en delitos. 

Para ser coherentes no diré feliz día, simplemente que esta fecha en la individualidad de cada uno sirva para una evaluación introspectiva de lo que en nuestro día a día hacemos, omitimos o hacemos de más para reconocer en el otro su sentido humano.

Si la decisión de tener sexo esta noche o planear un nuevo hijo es del esposo o de la pareja. Si la educación en casa es de papá o mamá. Si los quehaceres del hogar son compartidos o si en silencio se siguen tolerando relaciones de apariencia aunque en la intimidad sean un infierno con tal de no perder status, deshonrar un apellido o perder capacidad adquisitiva. Incluso si es compatible ir a la universidad e instrumentalizar el cuerpo y la juventud como producto de comercio masivo en plataformas electrónicas para obtener todo lo que se quiere en poco tiempo, aunque eso traduzca fabricar prótesis de sentimientos. 

Así pues bienvenid(a,e,x, @)  l(a,e,x, @) reflexión o como quiera que sea.

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