Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

El abuso de 872 mujeres es una vergüenza. Cruzarse de brazos, un pecado

La violencia de pareja se ha convertido en uno de los problemas más serios que debe enfrentar la nueva Alcaldía.
Imagen
Crédito
Javier Pérez / Ecos del Combeima
8 Jul 2019 - 6:14 COT por Ecos del Combeima

En el año 2018 un total de 872 mujeres de Ibagué sufrieron algún tipo de violencia ocasionada por sus novios, esposos o exparejas. Violencia física (la mayoría), psicológica, patrimonial o económica. 355 de ellas fueron víctimas de violencia sexual.

Un número tan elevado de mujeres maltratadas tiene que encender las alarmas. Se trata de las madres de alguien, las hermanas de alguien o las hijas de alguien. No puede seguir ocurriendo que nuestra comunidad se debilite porque en las familias se permite la intolerancia y abuso.

Peor aún, según el Instituto de Medicina Legal casi la mitad de los casos registrados en el país durante 2018 (24.456) se presentaron en parejas conformadas por población adolescente, entre los 10 y 14 años, y joven, entre los 20 y 29 años de edad.

¿Qué puede estar ocurriendo en nuestras familias para que el núcleo de la sociedad se convierta en un foco de violencia y abuso?

Ibagué necesita darles respuestas claras, información y sobre todo protección a las mujeres que hoy no encuentran respaldo alguno en ninguna institución del municipio.

La Administración Municipal debe enfrentar esta realidad como uno de sus principales retos. La creación de la Secretaría de la Mujer es determinante: una dependencia con presupuesto, profesionales especializados, articulada con los organismos judiciales que les pongan freno a estas estadísticas de oprobio. Que a toda costa prevenga el maltrato.

El 46% de los casos de abuso se presenta contra mujeres que apenas han cursado la secundaria. El consumo de drogas y alcohol, ser mujer cabeza de hogar y ser mujer campesina, agravan su condición de vulnerabilidad. Esto ya nos arroja pistas sobre las primeras tareas en la Alcaldía en cuanto a educación, prevención y población objeto.

Existen las leyes, los mecanismos de denuncia, programas específicos de atención especial a las víctimas, pero hoy Ibagué no tiene un doliente que saque la cara por tantas mujeres que sufren este flagelo en la soledad de su silencio.

 

 

También te puede interesar estas columnas

Lo que, a la alcaldesa, su equipo de gobierno y su jefe político no previeron, es que, en el desespero por distraer la atención, esparcieron el fuego del malestar que tenemos los ibaguereños por lo mal administrada que está la ciudad.

Colombia se prepara para un intenso ciclo electoral con las venideras elecciones a Congreso en marzo y presidenciales en mayo de 2026.

Y aunque el caso de Nury, al igual que el de la enfermera Diana Carrero, tristemente resultan siendo uno más en la larga lista, este país reclama acciones urgentes en defensa de la mujer. Según la Defensoría del Pueblo durante el 2024 fueron asesinadas 745 mujeres y de ese dato, 44 fueron niñas y preadolescentes. Lo aterrador del asunto es que habitualmente los verdugos fueron novios y esposos en más de 26.000 casos de violencia de pareja que se presentaron, aumentando en un 23% en comparación con las cifras del 2023.

El enfoque del actual gobierno parece carecer de la planificación y la capacidad técnica necesarias para enfrentar las múltiples crisis del país.

Pero otro camino de esta revolución cultural es enfrentar ese equivocado mensaje de la “tiranía del mérito” que vienen acuñando las lógicas “woke” progresistas.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.