¡A vacunarse!

Llevamos año y medio desde que el COVID llegó a nuestras vidas y la pesadilla no termina. La Red Na-cional de Vigilancia Genómica liderada por el Instituto Nacional de Salud, la Unidad de Vigilancia Genómi-ca del Laboratorio de Salud Pública de Bogotá y el laboratorio Gencore; confirmaron que la variante del COVID - 19 denominada Delta, ya está en el país.
En varios países de Europa y Asia, han tenido que recurrir de nuevo al confinamiento para frenar esta versión del corona virus que es más contagiosa, toda vez que, las personas que se infectan con ella, de acuerdo con los estudios, tienen dos veces más posibilidad de ser hospitalizadas que quienes se conta-gian con otras variantes. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que ya hace pre-sencia en más de 120 países y amenaza con ser la forma predominante del Sars-CoV-2 en todo el planeta.
Ante este panorama, se hace indispensable que el proceso se vacunación continúe y se fortalezca. En nuestro país, hasta el 30 de julio se habían aplicado 25’641.086 dosis de vacunas contra covid-19, que representan el 86,5% de la cantidad que ha sido distribuida en todas las regiones; es decir, que 11’457.631 personas ya tienen sus dosis completas de las diferentes marcas que existen y que correspon-den al 32,7% de la meta propuesta de vacunar al 70% de la población, o sea , a 35 millones de colombia-nos.
No obstante, todavía existen personas incrédulas que no quieren vacunarse, creyendo en todo tipo de es-peculaciones que circulan por las redes sociales y que son desvirtuadas constantemente por científicos y autoridades sanitarias que resaltan la importancia de hacerse inmunizar contra el virus, ya que reduce las posibilidades de contagios y de agravarse en caso de adquirirlo.
Tomar la decisión de no vacunarse es irresponsable, no solo consigo mismo sino con su entorno; por cuan-to se le quita la oportunidad al país de frenar la propagación del virus y sus variantes, y por ende, la de recuperar y reactivar la economía de nuestra sociedad.
Nota: Ojalá, tuviéramos vacuna contra la violencia. Lo sucedido hace un par de días en el estadio el Cam-pín, demuestra que buena parte de nuestra sociedad tiene una marcada inclinación hacia la violencia. Ese accionar colérico que se veía en las imágenes, no debe pasarse por alto y debe ser abordado por parte de las instituciones de salud, porque las consecuencias del COVID, las económicas y demás, han causado consecuencias serias en la población.