Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

Marché

La manifestación era una mezcla interesante de gente de todas las edades, profesiones, estratos y gran cantidad de estudiantes como sinónimo de juventud y relevo generacional. Por: Laura Castro.
Imagen
Crédito
Javier Pérez / Ecos del Combeima
26 Nov 2019 - 7:20 COT por Ecos del Combeima

El Pasado jueves 21 de noviembre salí a marchar con dos amigos más. Estuvimos en la concentración de la 37 con quinta, donde hicieron presencia las centrales obreras, sindicatos y todos los demás entes que habían convocado a la marcha nacional. De 8:00 de la mañana a 1:00 de la tarde, todo fue calma y expectativa. Se escucharon cánticos, trovas, poemas, las pancartas con mensajes se enfocaban a la gestión del Presidente Duque y pullas para Álvaro Uribe Vélez.

La manifestación era una mezcla interesante de gente de todas las edades, profesiones, estratos y gran cantidad de estudiantes como sinónimo de juventud y relevo generacional. Los corrillos que se formaban, obligaba a que los amigos o conocidos abordaran los temas candentes del país y entre análisis y comentarios, justificaban su presencia en la manifestación. A seis estudiantes de la universidad del Tolima, que no superaban los 23 años, al interrogarlos ¿por qué marchaban? Contestaron: Por el mal gobierno y la pésima calidad de la educación que tenemos y la falta de recursos que justifica el gobierno nacional para dar solución a esta problemática.

Mientras tanto la ciudad y el país se paralizaron. Ibagué marchó en su economía formal al 20%. Mucha gente se quedó en sus casas, paralizada por el miedo que alentaron las redes sociales y los medios de comunicación, presagiando lo peor en el transcurso de la protesta nacional. Afortunadamente los miedosos tuvieron su oportunidad, una vez culminadas las marchas,  con el cacerolazo, que no tiene ningún riesgo, porque desde la puerta de la casa o el balcón del apartamento se puede castigar una olla, enviando un mensaje sonoro y  contundente de inconformidad, por fuera del libreto de los que convocaron a la marcha. Al momento de escribir esta columna, y pasados cinco días de la marcha, siguen ante todo en la capital de la república, los cacerolazos en espacios públicos. Como quien dice, el sonido de la protesta está vivo.

Las redes sociales se han inundado de cientos de memes y mensajes. Ha sido la ocasión para que los editorialistas e intelectuales pontifiquen y hagan análisis desde la sociología del significado de estas marchas, de sus orígenes, que muchas veces quienes marchan o protestan no saben por qué lo hacen, de los resultados finales que estas pueden tener, como en el caso de Chile, donde se modificará la Constitución Política. Ecuador también obtuvo sus logros tumbando leyes. ¿Pero que nos espera en Colombia?

Coincido con unos analistas en que las marchas y los cacerolazos que comenzaron el jueves y a hoy persisten, es un mensaje contundente no solo para el actual gobierno de Duque, también lo es para los últimos Presidentes, los gobiernos seccionales y locales en todo el país,   los congresistas, los diputados, los concejales, los grupos económicos dominantes y los corruptos en sus diferentes modalidades y especialidades.

El momento histórico que vive el país, está en manos de un Presidente con la gran oportunidad de mostrar casta, independencia, carácter, liderazgo y experiencia para resolver los seis temas   que se llevarán a la Mesa Nacional de Conversaciones.

Después de la reunión del Presidente con los Alcaldes del país, se escucharon voces a favor de una Asamblea Nacional Constituyente, otras defendiendo la actual Constitución, en fin recetas y formulas a la orden del día. Pero de lo que si estamos seguros los colombianos, es que algo pasará y muchas cosas tendrán que cambiar  después de las  marchas y los cacerolazos.

Mientras tanto, a través de las redes sociales ya se convoca al 1D, que es el cacerolazo latinoamericano del primero de diciembre en 11 países.  Cacerolas para rato, y ¿huevos? No se sabe.

También te puede interesar estas columnas

Vivimos por estos días la plenitud de la belleza natural que año tras año viste a Ibagué. Y apenas la semana pasada, en un chat familiar, uno de esos seres queridos que migraron hace décadas para cumplir sus sueños, preguntó: ¿por qué Ibagué no tiene su propio Festival de las Flores?

¿Estamos dispuestos a iluminar este futuro no solo con paneles, sino con una cultura activa de servicio y conciencia por nuestra ciudad?

No sabemos si Dayro va a estar en el mundial el próximo año. Ya con 40 años es difícil y ni siquiera por su edad, sino por comentarios y juzgamientos que aquello se genera en la prensa deportiva, pero lo que sí sabemos es que, a hoy, Dayro está en mejor nivel que muchos de quienes están en la Selección e incluso son titulares, y eso es algo que debemos destacar y aprovechar.

En Colombia, encender un bombillo se ha convertido en un lujo. Un reciente estudio de la firma Energy Master, presentado en el Energy Master Summit 2025, reveló que nuestro país tiene la electricidad más cara de América Latina, con un incremento acumulado cercano al 68 % en la última década.

Y llegó la última reforma tributaria del gobierno Petro. Una reforma que busca que todos los colombianos terminen pagando por el derroche de gasto que ha tenido en cuatro años.

El reciente impulso del gobierno nacional a través de la Resolución 000266 de 2025 para declarar Áreas de Protección para la Producción de Alimentos (APPA) ha encendido un debate político, económico y social de primer orden en Colombia.

Esa riqueza, sin embargo, no siempre se traduce en bienestar: nuestros productores siguen enfrentando precios bajos, intermediación abusiva y pocas oportunidades de progreso. En más de una ocasión he protestado por esos infortunios que golpean la vida rural.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.