Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

El reto de la competitividad

Hacer competitiva una ciudad no es una fórmula sacramental o única, es la resultante de las variables y circunstancias de cada una, y al parecer, se va dando poco a poco y a muchas ciudades las ha sorprendido la competitividad sin esperarlo. Por: Laura Castro.
Imagen
Crédito
Alcaldía de Ibagué
2 Abr 2019 - 9:44 COT por Ecos del Combeima

La competitividad tiene que ser tema central de agenda para los que pretenden administrar la ciudad. Así quedó demostrado con la presencia de muchos de ellos en el foro Impuestos y Competitividad Empresarial, realizado por  Ecos del Combeima,  medio  radial, empeñado en el  debate y el análisis de los temas trascendentales de ciudad y región. Felicitaciones.

Hacer competitiva una ciudad no es una fórmula sacramental o única, es la resultante de las variables y circunstancias de cada una, y al parecer, se va dando poco a poco y a muchas ciudades las ha sorprendido la competitividad sin esperarlo.

Para ser competitivos no es necesario contar con estratégica ubicación geográfica, el mayor presupuesto, la mayor extensión,  o  el mayor número de habitantes.

Para ser competitivos, lo que si se necesita, es un sector privado jugando papel destacado y protagónico. En las experiencias  de ciudades intermedias, los gremios, los empresarios, los comerciantes, y hasta  los estudiantes, se la juegan toda con la innovación, el emprendimiento y la creatividad, y mágicamente mutan a la competitividad.

Para ser competitivos, también se necesita una administración local dispuesta a usar instrumentos normativos atractivos para la inversión extranjera, incentivar y fomentar la expansión de las empresas existentes y facilitar la creación de empresas nuevas. Complementado lo anterior,  la ejecución de obras de infraestructura  y megaproyectos para transformar la ciudad.

Esa dinámica empresarial, permitirá  elevar la productividad, reactivar la económica local e incrementar los  puestos de trabajo, trayendo como resultante la disminución de la pobreza y por supuesto el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes. Por supuesto, conjurará los pésimos indicadores de desempleo.

En este asunto, llamar a la acción y a la ejecución,  a la atención de la Cámara de Comercio, porque como gremio de gremios, no ha tenido acciones de alto impacto,  encaminadas a enrutar  a la ciudad por el camino de la competitividad. No se ha quemado la etapa de  estudios, conversatorios,  mesas técnicas,  talleres y muchos otros distractores, pero de aquello nada. Ibagué, lastimosamente no es competitiva. Amor no quita conocimiento, estamos frente a un axioma; verdad evidente por sí misma.

Lastimosamente para la entidad cameral, es más importante concentrar esfuerzos y significativos recursos en construir una sede administrativa, que invertir en función y en pro de la competitividad de los que están y estarán matriculados en la Cámara de Comercio. Tampoco le interesa dimensionar las consecuencias de no pararle bolas a la “concertación entre lo público y lo privado”. Craso error.

Reto grande. Ojalá llegue pronto una nueva  generación de empresarios, políticos y líderes que materialicen la visión de ciudad competitiva, que viene siendo escrita  hace más de 40 años, sin poder alcanzarla. Frustración grande.

También te puede interesar estas columnas

Las cifras son contundentes, el sector agrícola representa más del 16% del PIB en Caldas, el 23.1% en Tolima, el 23,2% en Quindío y el 10% en Risaralda, cifras que superan el promedio nacional.

Hoy la dictadura enfrenta presiones crecientes. USA ha dado un paso más con el despliegue de buques de guerra y miles de efectivos militares frente a las costas venezolanas.

El espíritu de estos consejos nace de una intención noble, democratizar la política desde las nuevas generaciones para fomentar el liderazgo juvenil en los municipios, sin embargo, esa esperanza suele enfrentarse con la crudeza del sistema político tradicional colombiano.

El café es identidad y soporte económico. Sin embargo ese orgullo tolimense esconde la paradoja de ser gran productor pero pésimo exportador.

En los últimos meses el café del Tolima ha registrado hitos que muchos no terminan de dimensionar.

Hoy, aunque intentar encontrarle lógica a la muerte —y especialmente a las causas que acompañaron el siniestro en que la joven periodista desafortunadamente perdió la vida— resulta inoportuno y les competerá a las autoridades, sí es necesario hacer un llamado frente al alto índice de accidentalidad que presenta la ciudad por diferentes factores, y que, a la fecha, ha cobrado la vida de más de 40 personas en este 2025.

El campo tolimense está lleno de héroes silenciosos. En el norte, los cafeteros resisten entre lluvias desbordadas; en el sur, los arroceros hacen cuentas para ver si este año alcanzan a recuperar lo invertido; y en la cordillera, productores de caña, aguacate y cacao siguen apostando, sin saber si el precio del día siguiente los dejará respirar o los pondrá a empezar de cero.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.