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Por segunda vez Antanas Mockus pide silencio bajándose los pantalones

Luego de 25 años el senador del Partido Alianza Verde muestra su cola sin tapujo para solicitar respeto por la palabra durante el discurso del hoy expresidente del Congreso, Efraín Cepeda. La primera vez fue en la Universidad Nacional para el año 1993.
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Tomada de internet
21 Jul 2018 - 8:32 COT por Ecos del Combeima

 

Con la frase “una costumbre que hay que cambiar”, el ex alcalde de Bogotá y actual senador de la República por el Partido Alianza Verde, Antanas Mockus, repite su hazaña de bajarse los pantalones ante una multitudinaria audiencia para pedir respeto por la palabra o como dirían alguno callar de forma tajante a los irrespetuosos.

Su nueva locura, que al parecer se volverá costumbre, la hizo el pasado 20 de julio durante la instalación del nuevo Congreso de la República que estará en el periodo constitucional 2018-2022 mientras el hoy expresidente del Congreso, Efraín Cepeda, entregaba sus palabras en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional ante más de 500 personas entre representantes a la Cámara, Senadores, familiares, funcionarios del orden nacional y periodistas.

La explicación

“No se me ocurrió nada mejor en ese momento. Lo que sí era clave era no dejar pasar. Es una costumbre que hay que cambiar, las costumbres se cambian a veces con intervenciones puntuales que tratan de ser pedagógicas”, dijo el senador del Partido Alianza Verde.

 

 

Vídeo del Canal Capital.

La primera vez  

El exalcalde de Bogotá ya había pedido silencio, y al sentirse ignorado, se bajó los pantalones como lo hizo en la Universidad Nacional en 1993. En esa ocasión, el entonces rector del claustro lo hizo en un contexto similar, ante un auditorio alborotado que no escuchaba. 

¿Habrá sanciones?

Luego de esta expresión simbólica ya característica del ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, se dice que recaerá sobre él una sanción a que dichos actos son prohibidos dentro del Capitolio Nacional, así lo dice la Ley Quinta de 1992 del reglamento Congreso:

“Ejecutar actos que afecten la moralidad pública del Congreso; la dignidad y el buen nombre de los congresistas en la función congresional".

Con información tomada de la Revista Semana.