En medio de la audiencia concentrada que se lleva a cabo desde el día anterior contra los 10 funcionarios de la fundación Peces Vivos, ubicada en el barrio La Pola de Ibagué, rompió su silencio Lorena Lozano, auxiliar administrativa quien narró como es el proceso que se lleva a cabo con los menores que padecen discapacidad cognocitiva.

Según la funcionaria, "La cuidad ni la gente está bien enterada del manejo interno de la entidad, los niños gritaban en todo momento porque se alteraban, haga de cuenta ver una unidad mental, soy  testigo fiel que los niños no se les maltrata, no se les tiraba nada caliente porque ninguno está quemado".

De igual forma Lozano manifestó que "el trabajador que pone la denuncia lo hace después que lo sacaron de la fundación, que clase de retalacion tiene él, contra la fundación, él estuvo tres meses trabajando con nosotros, porque desde el comienzo no denunció, entonces él también sería cómplice. Es un supuesto ingeniero de sistemas que no sabía nada de su labor y se quiere vengar de las directivas tras su salida", acotó la funcionaria.

También manifestó que el contrato de esta persona se acabó porque no cumplió con sus funciones, con las expectativas del lugar ni de la jefe y tampoco recibía órdenes.

La auxiliar financiera reconoció, que los menores si eran amarrados a sus camas, pero por protocolos médicos  que según ella, están permitidos en estas instituciones. Además argumentó que los pequeños eran sedados para evitar que atentaran contra su vida.

Por último la mujer señaló que cree en la inocencia de sus compañeros.