Una tolimense en E.U. contó su experiencia con la llegada del huracán Florence
Se trata de una ibaguereña quien desde hace varios años reside en el país del norte y labora en una entidad bancaria de la ciudad de Raleigh en Carolina del Norte, manifiesta que la incertidumbre ha sido muy grande y estresante y que lo que se espera después del paso de Florence, sea muy traumático.
“Ha sido muy intenso y estresante pues las evacuaciones y las informaciones preventivas comenzaron desde el pasado domingo por las noticias y se anunciaba que nos preparáramos para la llegada del huracán, entonces tuvimos que acudir a los supermercados a comprar enlatados, mucha agua porque de la llave no se va a poder tomar porque podría estar contaminada, hubo que llenar el tanque de gasolina de los vehículos y estar preparados con comida, baterías y linternas puesto que podríamos quedar varios días sin luz”.
Afirmó que vive en la ciudad de Raleight en Wake Forest y que están ubicados en la parte que ha correspondido al ojo del huracán y se ha concentrado viniendo desde el mar hacia su ciudad.
“Los destrozos los pude apreciar en la mañana llegando al trabajo, hay muchos árboles caídos por la intensidad de las fuertes ráfagas de viento, no hubo mucho tráfico por las calles y quienes hemos debido venir a trabajar pudimos apreciar la intensidad de este fenómeno, ha sido tan fuerte que pasado el medio día nos devolvieron para nuestras casas, es muy estresante conducir en medio de ese viento, es estresante y horrible, la gente se preparó los negocios están cerrados, la mayoría de la gente se ha quedado en sus hogares y se dice que se van a intensificar los vientos y las probabilidades que se presenten graves inundaciones”, manifestó.
Agregó que la gente no ha querido correr riesgos al conducir y movilizarse en medio de la tormenta y los vientos pero que a quienes tenían orden de laborar los devolvieron mientras que los habitantes de la zona que está más cerca a la orilla del mar son los que sufrieron con más rigor las consecuencias de este huracán que va cambiado de intensidad de un momento a otro.
“En principio se decía que iba a ser de categoría cinco pero finalmente no nos golpeó tan fuerte y estábamos preparados para los incrementos en la intensidad de los vientos, las lluvias y las inundaciones y en las zonas con demasiados árboles estos elementos se convirtieron en un gran peligro de no quedarse en sus sitios donde han estado plantados, los supermercados que durante el fin de semana tuvieron grandes cantidades de agua, hoy los escaparates están vacíos porque la gente se preparó y la acaparó, igualmente el pan no lo hay y los que esperaron hasta última hora para adquirirlos ya no los encontraron”, explicó.
Dijo que de los temas más preocupantes han sido el del agua y el estado en que quedó después de las inundaciones puesto que no será potable o apta para su consumo, agregó que hay sectores en los que se fue la luz y que para eso se debieron aprovisionar con baterías y linternas y con comida que no necesite de energía eléctrica para ser calentada y se prevé que los impactos económicos junto a los daños materiales van a golpear fuertemente a la región costera en esta zona de los Estados Unidos, por lo pronto lo más importante fue pasar y resistir este temporal.