Sobre las 10 a. m. Rigoberto Urán subió a la rampa de salida. La concentración era la más alta de su carrera deportiva. Se persignó una vez y esperó a que le dieran la salida, antes de eso dejó escapar una sonrisa. Como lo había dicho hace 24 horas era “la contrarreloj de la vida”.

El ciclista colombiano encontraba su ritmo con cada pedalazo. Sabía que detrás de él venían Romain Bardet y Chris Froome con la intención de sacarle mucho tiempo y no dejarlo escapar en la clasificación general.

Casi 50 kilómetros por hora fue la velocidad de Urán en el primer parcial, ubicado a los 10,2 kilómetros del recorrido. El ciclista colombiano marcó un tiempo de 12 minutos 19 segundos, igual al del español Mikel Landa. Las buenas noticias comenzaban a llegar desde temprano. Bardet en ese paso registró 12 minutos 38 segundos y el corredor colombiano le ganaba por 19 segundos. Nada había qué hacer con Froome: pasó por ese punto de control con 11 minutos 55 segundos y defendía su liderato.

En el inicio de la subida, un fuerte repecho, Urán intentaba defender esa crono que estaba haciendo. Con un rostro que mostraba el gran esfuerzo que hacía, el antioqueño se levantaba y sentaba de su bicicleta para encontrar el mejor pedaleo. Los aficionados lo aplaudían y apoyaban para que siguiera así.

El subcampeonato del Tour de Francia comenzaba a ser una realidad para Rigoberto Urán. En el kilómetro 15,6 el antioqueño registraba un tiempo de 20 minutos 42 segundos, mientras que Bardet, muy lejos, registraba 21 minutos 32 segundos. Froome pasó con un tiempo de 20 minutos 24 segundos.

En los últimos kilómetros, Urán rodaba con mucha velocidad y en una curva casi le produce un gran choque. Afortunadamente, el colombiano pudo frenar y no se cayó. Se reacomodó y siguió el pedaleo hasta la meta para marcar un tiempo de 28 minutos 46 segundos.