Los factores negativos de las redes sociales
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Salomón Asch, un inmigrante polaco que llegó a los Estados Unidos después de la primera guerra mundial, se convirtió en un reconocido psicólogo social que logró para la década de los cincuenta, demostrar a partir de sus experimentos sobre conformidad, como la influencia de la presión de los grupos, afectaba de manera directa las opiniones y toma de decisiones de las personas. Gracias a esto, es posible afirmar que los seres humanos actúan conforme a como lo hace la mayoría. El profesor Salomón, demostró que solo un 25% de las personas, tenían la capacidad de sostener su postura frente a un proceso ob3servado, mientras que un 75%, se estarían dejando influenciar por el solo hecho de no entrar en discrepancia, llegar a ser rechazados o excluidos por parte de la colectividad o rebaño.
El comportamiento del ser humano en su espectro individual y social puede llegar a ser condicionado para que opere como los grandes grupos que imponen las tendencias consumistas lo necesitan. Todos los seres humanos tenemos estos tipos o formas de pensamiento, sin embargo, cada quien tiene más desarrollada una de las formas, siendo la más común la de pensamiento convergente, donde los patrones establecidos se convierten en la base fundamental para la resolución de problemas, toma de decisiones y generación de opiniones; mientras los tipos de pensamiento divergente, lateral o crítico, están dados para que la creatividad y la capacidad de diagnosticar o resolver problemas fluya de manera independiente y abierta.
Los modelos educativos obsoletos, conllevan a que el estudiante no adquiera mayores competencias y capacidades para la resolución de problemas e inventiva. Un claro ejemplo, radica en una una mínima apropiación de conocimientos y aptitudes para el desarrollo de ciencia, tecnología e innovación que se podría demostrar con una muy baja producción de patentes en el país. En Colombia, el modelo apunta a que el estudiante sea preparado para presentar las pruebas de conocimiento o pruebas saber, pero no apunta en lo más mínimo a desarrollar otras formas de pensamiento que permita ir más allá del estereotipo promedio. No se prepara para el hacer, no se prepara para pensar y mucho menos para afrontar la vida de manera autónoma e independiente a partir de la resolución de problemas.
Además de lo anterior, los niños y jóvenes son víctimas permanentes de una negativa influencia que, por medio de redes sociales reciben de un conjunto de ridículos, vacíos e improductivos individuos, mal llamados “influencer”, que, en su gran mayoría, solo contribuyen a la degeneración social a partir de la imposición de patrones de comportamiento y falsos roles o estereotipos. Advierto que no todos los influenciadores son malos, algunos desarrollan temas que generan valor social a partir de contenidos útiles.
Existe un complejo problema que pocos se han detenido a analizar, como lo es la impresionante cantidad de contenidos inapropiados e improductivos que circulan por redes sociales y de entretenimiento, los cuales han sido creados a partir del análisis de tendencias de comportamiento y consumo, para generar patrones sociales convergentes.
El uso de redes sociales y APP, no es gratuito porque si, detrás de cada una de estas aplicaciones hay un conjunto de instrumentos informáticos de Big Data y equipos de personas que a partir del análisis de todo lo que las personas escriben, publican y observan, generan paquetes de información que son vendidos a empresas multinacionales, agencias de publicidad e incluso grupos políticos o de poder, que, a partir del análisis de los datos recolectados y las tendencias detectadas, crean estrategias para incrementar el consumo, entender el comportamiento social de las masas, e incluso para manipular la mente de los más vulnerables, como lo son niños y jóvenes, que terminarán por perder el criterio, convirtiéndose en seres manipulables al servicio de quien los quiera utilizar.
Es necesario y urgente implementar en Colombia una política que permita regular el uso y difusión de contenidos y APP, algunos países desarrollados ya se han enfocado en esta regularización, teniendo en cuenta que la pérdida de tiempo productivo y la manipulación social, afectan la libertad de pensamiento, la salud mental y el desarrollo socioeconómico.