Festividades folclóricas
Como lo señaló la Concejal Linda Perdomo, las festividades folclóricas de Ibagué, deben convertirse en la empresa cultural más importante de la ciudad. Se deben planificar y organizar con tiempo y con capacidad de ofrecer una agenda robusta con eventos culturales y de entretenimiento en un festival como el nuestro que recoge todo el folclor del país.
Como en otras ciudades de Colombia y del mundo, las festividades propias son el motor dinamizador de la economía, del turismo, de la cultura y del desarrollo. Son verdaderas empresas culturales que generan empleo, capacitación y sentido de pertenencia.
Los dividendos económicos son millonarios y sus resultados sociales saltan a la vista. Para no ir lejos, el reconocido Carnaval de Negros y Blancos que se celebra en Pasto, ocupa durante todo el año a cientos de artesanos, bailarines, músicos y demás actores del sector cultural en el diseño, preparación, planificación y organización del evento cultural que no solo deja recursos durante los días de celebración, sino todo el año.
En Ibagué, el panorama es muy diferente, las fiestas de San Juan y San Pedro, se planifican y organizan dos o tres meses antes del inicio, la improvisación ha sido siempre la constante y el desconocimiento por nuestros cultores, artesanos, músicos y demás es y ha sido siempre la misma. Estamos dejando escapar un motor de trabajo y resultados económicos tan importante para sofocar la crisis económica que viven cientos de miles de ibaguereños. Las festividades deben tener un proceso de organización grande, que vincule todos los sectores culturales y a la ciudadanía en general.
Hay que reconocer que luego de la pandemia, las fiestas que acaban de terminar tuvieron puntos altos, lograron una reactivación económica, pero dejaron a un lado el fortalecimiento real de los procesos culturales y de la visión de una empresa cultural grande y más productiva.
Para que tengamos unas fiestas grandes, necesitamos grandes ideas, grandes propuestas y grandes acciones para su desarrollo. Estas festividades deben ser la industria cultural más grande, debe ser generadoras de empleo, es decir contratar a nuestros artistas para desarrollar las carrozas y demás alegorías, a nuestros músicos y bailarines para que preparen las comparsas en todas las comunas y que se convierta en una acción cultural permanente en todas las comunas. Esto sin dudad redunda en creación de empleos y en el mejoramiento en la calidad de las presentaciones artísticas y en la vistosidad del desfile.
Se imaginan a nuestros cultores todo el año trabajando barrio a barrio, estructurando hermosas comparsas, preparando cultural y artísticamente a las candidatas, los niños interpretando instrumentos musicales y nuestros adultos participando activamente de una ola cultural que le daría grandeza a nuestro festival. Además, la planificación para invitar a todos los departamentos del país y comitivas internacionales nos daría un plus que llamaría la atención de muchos más visitantes de los acostumbrados para mejores resultados en términos económicos.
Nos falta organización, sentido de pertenecía y mucha imaginación para mejorar sustancialmente nuestras festividades y darle el lugar que se merece nuestro sector cultural.