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Llegó la hora de la vicepresidencia

Malas experiencias hemos tenido los colombianos frente a la figura de la vicepresidencia reestablecida en la Constitución del 91, donde se asigna funciones especificas para reemplazar al presidente en sus faltas temporales o absolutas y ejecutar misiones especiales conferidas por el propio presidente.
Imagen
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Crédito
Ecos del Combeima
Profile picture for user Álvaro Montoya
30 Mar 2025 - 8:54 COT por Álvaro Montoya

Para recordar esa mala experiencia nacional solo basta referenciar la temprana renuncia del vicepresidente Humberto de la Calle debido a la turbulencia política vivida en la era Samper, y con Pastrana presidente Gustavo Bell donde casi pasa sin pena ni gloria si no es porque al final se le nombró ministro de Defensa. Pacho Santos como cuota asumida por el ex presidente Uribe para mejorar su gobernabilidad desde Bogotá, duró todo el periodo gobernativo y mostró la sensata estabilidad y discrecionalidad que debe guardar ese cargo. Ya como jugada política para matizar un poco la campaña Santos presidente, se eligió también como fórmula vicepresidencial a una figura sindical, Angelino Garzón quien no logró siquiera cubrir las expectativas y sí más bien ser recordado por el símil con la figura de llanta de repuesto. En el segundo periodo presidencial de Santos, Vargas Lleras como vicepresidente rompió el molde y se hizo protagonista liderando temas relacionados con vivienda e infraestructura. Para los periodos presidenciales de Duque y Petro, le correspondió al género femenino, destacándose más la vicepresidenta Marta Lucia Ramírez que Francia Márquez, quizá opacada por el protagonismo del titular y escasos encargos presidenciales.

Todo lo anterior para refrendar el papel preponderante que se ha querido dar al cargo vicepresidencial, pero que en contadas excepciones ha servido. Podríamos sin temor a equivocarnos que Colombia reconoce en Francisco de Paula Santander el vicepresidente más importante de todos los tiempos, quien asumió muchas veces la presidencia en ausencia del entonces presidente Simón Bolívar, aunque muchos se quedan con el histórico papel de Antonio Nariño vicepresidente hace ya más de 200 años. Aquí solo para referenciar la calidad de personajes que asumían esa dignidad y que muy a pesar nuestro ya no se ve, especialmente después de la Constitución Nacional del 91. 

Lo que está viviendo hoy Colombia un año antes de las elecciones presidenciales y vicepresidenciales, no tiene precedentes debido a esa experiencia tan particular donde el péndulo político nacional llevó a que la izquierda gobernara este país, y donde el propio presidente ha manifestado el interés por dar continuidad a sus políticas progresistas con su banderazo de consulta popular como inicio de la campaña presidencial 2026.

Tal como están las cosas según Invamer-Gallup en su encuesta que goza de una epecial credibilidad, el centro político sería el absoluto ganador hoy en nuestro país y de allí de ese centro, según esa fotografía, se denotan vertientes muy marcadas que señalan solo tres rutas hacia la Casa de Nariño.

Una primera, representada por Gustavo Bolívar con el 11,8%, que parte del centro, pero manteniendo la direccional izquierda muy encendida, él goza de una maquinaria muy bien aceitada y un cupo ilimitado de pasajeros, donde seguro recogerá por ese camino a quien se muestre mejor plantad@ políticamente, que a la fecha parece ser la ex alcaldesa de Bogotá Claudia López con 6,8%, fórmula vicepresidencial que sumaría votos nuevos para seguir enrutados hacia el Palacio Presidencial.

Una segunda vertiente, y quien también mantendría encendida la direccional, pero esta vez para girar a la derecha, eso sí con mucho cuidado por ser giro obligado, es la periodista Vicky Dávila con 8,3%, quien tiene el bus medio vacío y sillas suficientes para recoger esa cantidad innumerable de precandidatos y partidos políticos que la esperan.  Aquí el mejor trajeado parece ser el ex vicepresidente Vargas Lleras con 7,3% quien trae consigo una experiencia propositiva que le podría estar haciendo falta a la carismática candidata de la centro-derecha.

Y por último, quien siempre ha estado allí en ese fortalecido centro-centro y que además le ha costado lagrimas mantenerse así, listo pa´las que sea y tibio por no girar en conveniencia es Sergio Fajardo con 9,5%, que parece no tener direccionales, pero recogería como formula vicepresidencial al bien ponderado Juan Manuel Galán con 7,8% quien marca muy bien en las encuestas y tiene un valor agregado extraordinario por su juventud y unos cuantos voticos en el Distrito Capital gracias a la parentela que hoy gobierna nuestra capital.

Siendo así, sería la primera vez que una formula vicepresidencial matizaría verdaderamente una alternativa presidencial y sumaría una cantidad de votos determinantes en ese duro y tortuoso camino a Casa de Nariño.