Es hora de SER el cambio
Para mí, la política está muerta. Es el pensamiento que muchos jóvenes, de edad similar a la mía, expresan cuando en la conversación se toca el polémico tema. La desilusión frente a la política que hoy en día muchos jóvenes tienen es, para mí, preocupantemente fundada. La clase política que por generaciones ha dirigido los rumbos de nuestra nación ha sido, cuanto menos, cómplice de que se perpetúen en el tiempo los problemas sociales que afectan a todos los colombianos, y por supuesto, a los jóvenes.
Colombia es un país maravilloso y con mucho potencial. Pero no se puede tapar el sol con un dedo. La desigualdad social, la poca efectividad del sistema judicial, la pobreza extrema, la dificultad para acceder a la educación y demás problemas son impedimentos para la democracia y para que en nuestra nación más de 20 millones de personas puedan vivir una vida realmente digna. Todo esto y más ha hecho que los jóvenes no vean en la política una solución real, una alternativa, sino un desgaste innecesario.
Como jóvenes nos enfrentamos a un panorama desalentador, eso es cierto, pero no podemos caer en el juego de no participar en política porque, como lo dice un gran amigo mío, si nosotros no decidimos, otros lo van a hacer por nosotros. Por esto hoy tenemos un gran deber social, y la juventud, por su mismo carácter de juventud, debe llevarlo con grandeza.
Somos la cuna de las nuevas ideas, de las nuevas ópticas, de la rebeldía también, una fuerza que al ser bien canalizada, pausada y prudente puede ser generadora de grandes cambios. Los jóvenes tenemos que apoderarnos de los espacios de participación, asambleas, concejos municipales, alcaldías y demás, y hacer así parte activa de la política. Tenemos que votar también en mayor proporción. Nos hemos quejado por mucho tiempo, pero es hora de que hagamos parte del cambio y yo, Ismael Perdomo, he decidido hacerlo.