La Alma Máter del Tolima
Quienes hemos tenido la oportunidad de formarnos en la Universidad pública somos conocedores de las distintas dinámicas que allí se viven, desde aprender a relacionarnos en medio de las diferencias, como de salir a las calles a marchar de manera pacífica para defender lo público y reclamar más inversión para la educación.
La universidad de nuestra región, amada por unos, criticada por otros y en algunos casos olvidada, sigue siendo el centro de formación de hombres y mujeres de distintos lugares de Colombia que llegan a ser parte de una comunidad educativa para lograr un sueño: ser profesionales.
La alma máter de los tolimenses, que poco a poco y con el paso de los años creció y se ha convertido en una de las mejores universidades del país, es la que nos recuerda cómo canta el alma de nuestra raza, la que nos enseña a escribir nuevas historias y a narrar el país en el que vivimos.
La UT siempre ha estado presente, aún en pandemia, y ahora se renueva para abrir las puertas a cientos de estudiantes que ven en ella una esperanza, la esperanza de construir un país distinto, equitativo e igualitario y con oportunidades.
La Universidad del Tolima es hoy un claustro educativo que le apuesta al desarrollo de la región y al trabajo articulado con los diferentes actores de la sociedad. Somos la esencia de la universidad, y ella, el corazón del departamento y aunque la tilden de vestir de amarillo, azul, verde, roja o… ella siempre viste de gala para contribuir significativamente a la construcción de una sociedad basada en el conocimiento, y de esta manera afrontar con eficacia y equidad los grandes problemas de la región.
Es el momento de cerrar las brechas y juntarnos en medio de las diferencias para que nuestra alma mater siga creciendo y más familias colombianas tengan orgullosamente un egresado de la Tolima.
Como tolimenses, son muchos los retos y desafíos que tenemos, uno de tantos es ver crecer en conocimiento a nuestros jóvenes y hacerlos participes en la construcción del Tolima que nos merecemos, teniendo como eje a la academia, desde donde se deben seguir gestando las estrategias para el desarrollo regional.
Tenemos con qué: una universidad más moderna, renovada y lista para seguir siendo parte del cambio. Una universidad que comprende su pasado y presente para construir un futuro basado en sociedades del conocimiento que sean capaces, como los Tolimenses, de enfrentar los cambios sociales y generar nuevas dinámicas de progreso del territorio y del país que permitan abrir nuevas y mejores oportunidades para las familias de nuestra comunidad.
“Individualmente, somos una gota. Juntos, somos un océano”. Ryunosuke Satoro