El Congreso unido contra el Covid
Tras el mensaje de urgencia del presidente Duque que se radicó el pasado lunes, y tras una maratónica semana que incluyó ponencia conjunta del senador Fernando Nicolás Araujo y los representantes Nubia López y Jhon Jairo Berrio, anuncio el viernes para sesión el día de las brujitas, publicación en gaceta oficial, concertación con Ministerio de Hacienda, de Salud y Ponentes y una larga sesión en un día no habitual de sesiones para el congreso como lo es un sábado, salió aprobado por unanimidad en primer debate nuestra ley de vacunas, la cual continuará su trámite la semana venidera para que antes de finalizar noviembre podamos garantizarle a todos los colombianos la posibilidad de tener acceso a una vacuna gratuita y efectiva contra el COVID-19.
Me da mucha alegría que nuestra ley de vacunas hubiera podido unir a 17 senadores y 29 representantes de todos los partidos e ideologías.
En una discusión respetuosa, adecuada y proactiva, y gracias al mensaje de urgencia del Presidente Iván Duque que permitió reducir el procedimiento legislativo y realizar comisiones conjuntas, logramos que Vacunas Para Todos trascendiera las diferencias y primara el interés general de los colombianos. Los comentarios nos permitirán mejorar el proyecto, y el apoyo de los Ministerios de Hacienda y Salud ayudará que la iniciativa esté lista antes de diciembre del 2020, con el fin de que Colombia tenga las herramientas jurídicas para que todos los colombianos tengan acceso a la vacuna y que esta sea gratuita.
El proyecto comprende ese piso jurídico tan importante que necesita el Estado colombiano para negociar las vacunas y adquirirlas en el momento en que estas estén listas para comercializarse. Define la posibilidad de que todos los colombianos a quienes les sea posible y tengan los recursos, aporten a la financiación de estas. Es como una gran vaca de todas aquellas personas que quieran sumarse a la inmunización y apoyen para que los que tienen menos recursos puedan vacunarse gratuitamente y volver a la normalidad. Eso sí, es importante no confundir acceso y gratuidad con obligatoriedad. Los colombianos podrán decidir, en virtud de sus derechos constitucionales si querrán vacunarse o no. Lo importante es que tendrán esa posibilidad de decidir, que es mejor que no tenerla y estar poniendo su vida en peligro sin una forma de prevenirlo.
Asimismo, el proyecto comprende desde ya la identificación de responsabilidades que tendrán los productores de las vacunas y el mismo Estado en caso de una reacción adversa. Con esto, el Gobierno garantizará que va a escoger la mejor vacuna y la que tenga más seguridad y que proteja la salud de los colombianos. Precisamente, no será la ley, sino el Ministerio de Salud y Protección Social, con su grupo de expertos científicos, los que determinarán cuál de las vacunas que se está desarrollando se aplicará en los colombianos que así lo deseen cuando esté lista. Adicionalmente, el proyecto reafirma la potestad de la Contraloría General de la República para fiscalizar en tiempo real la ejecución de estos recursos destinados a la protección de la vida de los colombianos.
Finalmente, el proyecto contempla algo muy importante para nosotros: la gratuidad. En virtud del principio constitucional de universalidad, los colombianos que decidan vacunarse lo harán gratis.
Al trámite legislativo le restan los debates en las dos plenarias de Cámara de Representantes y el Senado de la República. Estamos trabajando fuertemente para hacerlo una realidad. Estamos demostrando que el Congreso de la República de Colombia sí identifica las necesidades de la población y trabaja desde sus funciones para buscar soluciones adecuadas para cumplirle. Que este Congreso de Colombia siga trabajando así, por mejorar la calidad de vida de cada uno de los colombianos en pro de poner la vida por encima de todo.