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Acciones por Ibagué

La ciudad de Ibagué que el próximo 14 de octubre cumple 475 años, y estando ya en edad de merecer, amerita tener un “Plan de Acción” serio y bien hecho; construido bajo una convocatoria abierta donde participe la universidad, la empresa y el Estado, pero además de todo aquel que tenga una idea fuerza propositiva y viable.
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Crédito
Ecos del Combeima
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12 Oct 2025 - 8:58 COT por Álvaro Montoya

 

Buena vibra fue aquello que nos causó el haber escuchado y visto emerger la nueva clase empresarial del Tolima G-50 al momento de presentar de manera formal su estrategia de ciudad, este pasado mes de septiembre del año en curso. Muchos de ellos, como segunda generación empresarial de grandes y valiosos coterráneos, sumado a otros emprendedores y jóvenes visionarios.

Jóvenes empresarios todos, que seguro lograrán vivir ese “Ibagué 500 años” con el que sueñan ayudar a construir. Ojalá procurando una ciudad inclusiva y bien desarrollada, donde esas nefastas administraciones municipales sean solo historia, y reine para ese entonces la transparencia como las buenas maneras de administrar lo público y lo privado.

Una ciudad metropolitana que aproveche todo su potencial, su talante y riqueza; que se distinga por ser un buen vividero y se mantenga ambientalmente sana; que siga siendo destino para los turistas, pero igualmente para nuevos residentes que la cuiden y la sientan como propia; que se conserve como un verdadero destino del deporte y la cultura, con nuevos escenarios deportivos y culturales por todas partes, centros cívicos en cada comuna, ciclo-rutas por toda la ciudad y más espacio público que parqueaderos en vía.

Una Ibagué con muchas y nuevas inversiones que garanticen un crecimiento económico sostenible en el tiempo, donde se genere el empleo que se necesita para crecer y desarrollarse. Una ciudad interconectada, con plena cobertura digital, pero que también dé valor al campo y al campesino, sumando al agro, la industria y una eficiente comercialización de sus productos. En fin, una ciudad agradable, eficiente y muy competitiva.

Esperamos que la situación financiera de ese nuevo empresariado, no sea solo su único balance. Confiamos que superen el intraempresariado y miren también de adentro hacia afuera, y quizá yendo más allá de aquellos que hicieron tanto por esta tierra, salga de allí un Salomón Tovar, un Santiago Meñaca o un Mario Laserna, que apostaron todo por su gente, y cuyos balances eran más sociales que financieros.

Cómo no esperanzarnos en muchos de esos jóvenes empresarios, sí los vimos crecer con valores y buenos ejemplos; y cómo no entregarles las llaves de la ciudad si están formados para ello; o cómo no festejar que de allí hagan parte, por ejemplo, Daniel Fajardo, Luisa Sierra, Deibit Lozano, Alejandro Trujillo o Diego Jiménez, entre otros.

Hoy son una docena y pronto serán 50 o más; pero lo chévere aquí, es que ese nacer del G-50 se haya hecho con propósito de ciudad y que en las primeras de cambio, muestren claramente para qué están hechos, como también, que están especialmente listos para sumar y no para dividir.

La ciudad de Ibagué que el próximo 14 de octubre cumple 475 años, y estando ya en edad  de merecer, amerita tener un “Plan de Acción” serio y bien hecho; construido bajo una convocatoria abierta donde participe la universidad, la empresa y el Estado, pero además de todo aquel que tenga una idea fuerza propositiva y viable.

Inmensa responsabilidad que asume este relevo generacional de empresarios, que bien podría ser la última generación con verdadero arraigo, antes que lleguen y se instalen ¨Los Nadies¨. No los del poeta Eduardo Galeano, sino aquellos que piden de todo y no aportan nada.