Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

La reducción del salario de los congresistas

La reducción de sueldo para congresistas sí debería estructurarse, pero debe hacerse desde un criterio fundamental y básico como lo es la equidad. Por: Ricardo Ferro.
Imagen
Crédito
Ricardo Ferro
2 Dic 2019 - 6:30 COT por Ecos del Combeima

Esta semana se escuchó una sola voz dentro y fuera del Capitolio Nacional que hacía un llamado a los legisladores para que se disminuyera el salario de los Senadores y Representantes a la Cámara.

El ciudadano de a pie es reacio a creer que pasará en algún momento, más sabiendo que han sido algunos congresistas quienes se han encargado de hundir las iniciativas que buscan ese recorte. Pueda que no sea fácil ‘autorebajarse’ el sueldo, pero en este caso, hay que hacerlo. Se trata de una medida necesaria y justa para frenar la desproporción salarial.

Y por eso apoyo la medida, sin embargo una cosa es apoyar la disminución de los salarios de los congresistas por razones de equidad, y otra muy distinta hacerlo partiendo del hecho de que algunos no cumplen sus funciones o como se dice popularmente, ‘son vagos’.

En el Congreso quien quiere trabajar, lo hace, y en ese orden de ideas (y ofreciendo disculpas por expresarlo en primera persona del plural) hay quienes sí entendemos lo que significa ser la voz del pueblo, nos ponemos la camiseta para cumplir nuestras obligaciones, y por lo mismo, sabemos que si ganamos una curul es para dar ejemplo y trabajar duro, porque en el Congreso sí se trabaja.

La reducción de sueldo para congresistas sí debería estructurarse, pero debe hacerse desde un criterio fundamental y básico como lo es la equidad. Si quienes plantean los proyectos de ley para este país no tienen este principio, no estamos en nada, si desde la base de las leyes no existe el desarrollo de este concepto, apague y vámonos.

En este tipo de reformas se necesitan dos cosas: consciencia y comunicación. La primera, para demostrarles a los colombianos que se trabaja por ellos y para ellos, y que el trabajo de la Rama Legislativa se hace por amor al servicio con equidad e igualdad. La segunda, para poder establecer un camino jurídico sólido entre los que apoyan esta iniciativa, y evitar que por fallas en el proceso, termine como el Titanic.

Hay que ser conscientes que este no es un tema que se solucionará de la noche a la mañana, pero para llevarlo a cabo debe haber un buen comienzo, se debe creer y se debe hacer, pero hacerlo bien, sin errores ni confusiones.

Saque de banda: Se equivocan aquellos que justifican la disminución del salario porque a los congresistas les pagan con el dinero de los colombianos por dormir en las plenarias, o que les pagan demasiado dinero para que no se tomen la molestia de permanecer en ellas. El problema es que ese congresista no llegó ahí solo; a ese congresista lo puso ahí el mismo pueblo y en principio debe ser el ciudadano quien decida en las próximas elecciones si sigue apoyando a ese parlamentario que no merece estar en el Capitolio Nacional, el trabajo es de todos.

También te puede interesar estas columnas

Una determinación equivocada que desconoce los Acuerdos 021 de 2010 y 09 de 2018 del Concejo Municipal

Esto nos recuerda lo frágil que es la democracia cuando se normaliza la idea de que el otro no merece vivir.

Colombia quedó atrapada en un modelo republicano unitario propio del siglo XVIII que la Constitución de 1991 no logró superar.

Ya no es solo un anhelo: hoy se viven acciones concretas para convertir la innovación y la tecnología en el motor de nuestros propósitos.

En Colombia, el atentado contra Miguel Uribe mostró hasta dónde puede llegar la intolerancia.

Esa riqueza, sin embargo, no siempre se traduce en bienestar: nuestros productores siguen enfrentando precios bajos, intermediación abusiva y pocas oportunidades de progreso. En más de una ocasión he protestado por esos infortunios que golpean la vida rural.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.