Venganza con todo el corazón

Se conoció el contrato de prestación de servicios No.1804/11/04/19, por medio del cual la Alcaldía de Ibagué, a través de la Secretaria de Cultura, entrega a una empresa de eventos, la organización del concierto que contará con la presentación de Carlos Vives, Manuel Turizo y un grupo de danzas, el 28 de junio en el marco del festival folclórico.
Contratación que por la cuantía de $2.964 millones debió surtir para su adjudicación, proceso de licitación, y no la de contratación directa, en coherencia con la gestión transparente que prometió y se comprometió el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo.
El polémico contrato contenido en 28 páginas, que bien había podido consignarse en máximo ocho, expone unas consideraciones hechas poesía y fuera de contexto, siete páginas para explicar la hoja de vida de Carlos Vives, cosa totalmente innecesaria. Pareciera que tanto relleno pretende distraer o desviar la atención y al mismo tiempo ocultar asuntos de importancia y trascendencia en lo que deberá ser su impecable ejecución.
En el punto 12 del contrato, desarrollando la fecha técnica, dice que la difusión y divulgación del concierto, estará a cargo de la empresa contratista, sin embargo la direcciona y le fija parámetros de tiempo, modo y lugar, para la elaboración del plan de medios, sin dejarle espacio, para que sea ella la que lo determine y seleccione, a través de un análisis pormenorizado del rating, la lecturabilidad, los seguidores o la referencia de medición conforme su naturaleza, en busca de efectiva cobertura y eficaz difusión, para lograr que la información del concierto llegue al mayor número de personas, teniendo en cuenta que será un evento sin costo alguno para los asistentes.
En ese punto 12, se concentra la venganza con todo el corazón del alcalde, contra los medios de comunicación que según él, sólo registran lo malo, sin dar espacio a las ciento de noticias positivas que produce su administración.
Está olvidando el mandatario que todas las empresas de medios de comunicación en la ciudad, están legamente constituidas, pagan sus impuestos, generan empleo y contribuyen a la dinámica informativa y económica de todos los sectores, convirtiéndose en patrimonio social, cultural e histórico de la región, y por eso, directa o indirectamente hacen parte integral de su gestión.
Así que resulta peregrina la estrategia de convocar a todos los medios para la información genérica, un mes antes del evento, pero que las negociaciones de pauta o inversión publicitaria, se hagan con base en la lista detallada y específica de unos pocos medios de comunicación, cosa que al parecer, también sorprendió a la contratista, porque de alguna manera ensombrece la transparencia del contrato, habida cuenta que tiene la responsabilidad del cumplimiento del contrato y claro está, el éxito del evento.
La representante legal de la empresa contratista, debería pedir una revisión a ese punto y hacer un OTROSI al contrato, donde se le dé total libertad para el manejo del plan de medios del concierto.
El alcalde terminó su administración sin lograr empatizar con los medios de comunicación, demostrando total animadversión hacia los periodistas. La casta de los Jaramillo.