¿Por qué la importancia de las asambleas permanentes en las universidades del país?
Desde el jueves pasado inició a la asamblea permanente de docentes en el país donde los educadores de la Universidad del Tolima no son ajenos a este proceso que culmina mañana 12 de septiembre, por ello en Golpes de Opinión explicaron la importancia y cuáles son los reiterados apoyos que le piden al Gobierno Nacional.
Alexander Martínez, quien es representante de los profesores ante el Consejo Superior Universidad del Tolima, aseguró que las falencias en los compromisos con los docentes por parte del orden nacional siguen creciendo perjudicando la enseñanza que imparten a los estudiantes.
En total 16 docentes de universidades del país se encuentran en asamblea permanente.
“Estas acciones obedecen a que existen un desfinanciamiento estructural del sistema estatal universitario; hoy podemos decir que el sistema tiene un déficit de 18 billones de pesos y esto es explicable por el aumento de cobertura que hemos logrado pasando de 150 mil matriculas en 1993 en pregrado a más de 800 mil; hemos por ejemplo pasado de 800 profesores con doctorados a más de 5.000 profesores con doctorado y eso hace que los costos en las nóminas aumenten y las investigaciones crezcan de manera inusitadas (…)”.
En general del docente Martínez dejó claro que el sistema ha crecido de forma masiva y eso para él no ha sido generoso con el presupuesto.
“La Universidad del Tolima a hoy puede entrar en una etapa de colapso financiero y eso es lo que se está denunciando”.
Cifras
A hoy la Universidad del Tolima tiene 323 docentes de planta y necesita 800
El sistema estatal tiene más de 11 mil docentes y requiere más de 20 mil.
“Para ese aumento se requiere que a nosotros nos incrementaran la base presupuestal en medio billón de pesos solo para atender profesores de planta nuevos”, explicó Alexander Martínez
¿Medidas arbitrarias?
Mediante un comunicado de prensa sobre reforma institucional expedido por la misma Universidad del Tolima es calificado por algunos docentes como medidas arbitrarías, así lo confirma el docente Ricardo Pérez anunciando que no son acciones solo con el Alma Máter sino con todas las universidad del país.
“Esto es con todas las universidades públicas porque en realidad la partida presupuestal del CREE así mismo las de los recursos del sistema de regalías ya no están llegando a las universidades como debe ser por eso por ejemplo la rectora de la Universidad Olí Montoya dijo que para que el próximo año funcione la Universidad Nacional de Colombia, la más grande del país, requiere de 1.5 billones para su funcionamiento”.
Para el caso puntual de la Universidad del Tolima mencionó que por un lado la Gobernación aumentó las transferencias, lo cual es un cumplimiento del deber, mientras que por el otro lado el Gobierno Nacional quitó apoyos económicos.
¿Hasta cuándo la asamblea?
Lina Peñuela, docente universitaria, quien también hizo parte de la mesa de Golpes de Opinión, ratificó que la asamblea permanente de las 16 universidad del país que decidieron participar lleva cerca de 8 días e ira hasta nueva orden.
“Mañana tenemos precisamente asamblea general de profesores a las 9:00 de la mañana para hacer un balance para ver cómo nos fue en la jornada. Con estas acciones esperamos que no se vean afectadas las áreas de investigación y también la parte de proyección social; debo decir que lo que no está de manera regular son las aulas de clase y pues mañana sabremos como continuará esto”.
Señaló que la intención es que los docentes catedráticos se sumen a la jornada.
“Ellos soportan el 80% de las cátedras de la Universidad del Tolima lo cual es un gran problema para la educación superior pública ya que ellos no cuentan tan poco con una condición digna de trabajo y por eso también vamos con la dignificación de trabajo pública en la educación”, acotó Peñuela.
Mientras que Gabriel Guzmán aseguró que durante estos casi 8 días de asamblea los proceso académicos en cada universidad del país que están inmerso ha sido independiente.
“No todas las universidades ingresan al mismo tiempo sino que es un proceso en el cual cada universidad establece sus tiempos, nosotros como UT sentimos que ya era el momento de movilizarnos y expresarnos; pues entonces ciertas actividades se desplazan en aras de reflexionar en torno al desfinanciamiento estructural que existe; hay unas actividades que no las hemos podido parar porque no se pueden pero estamos evaluando nuestros avances para ver si seguimos el proceso o paramos”, expresó el docente universitario.
Frente al porque esperar a que llegara el nuevo Gobierno de Iván Duque Márquez para movilizarse, Alexander Martínez, aseguró que son acciones que se pactaron mucho antes de la llegada del nuevo mandatario.
“Sucede que la coyuntura hace coincidir varios temas el impacto de la reforma tributaria del 2016 en el profesorado colombiano es un disparador pero también los anuncios que han hecho de una nueva reforma tributaria y otros que tiene que ver con la negativa persistente del Ministerio de fortalecer el sistema estatal en la medida en que estaría pensando en potenciar la educación para el trabajo o educación tecnológica y por supuesto eso manda un mal mensaje a la comunidad universitaria (…)”.
Aseguró además Martínez que ese tono arrogante y agresivo, “casi que de matoneo permanente de parte del Ministerio de Hacienda también le ha venido generando una percepción de animadversión al Gobierno Nacional”.
¿Reforma Tributaria y la educación superior?
Según la docente Lina Peñuela esta restructuración de la reforma tributaria es un golpe bastante fuerte para los docentes.
“A veces no es muy fácil reunir a todo el profesorado hay que ser realistas pero a veces no se tiene la energía para salir a las marchas, pero hoy vemos que muchos estaban presentes; pero que sucede recordemos que antes un docente no paga nada o 500 mil en la declaración renta del año anterior pero este año llegamos, todos, porque somos todos, a pagar 8 o 12 millones, el que menos pagó pagó 5 millones en promedio y fue un golpe bastante fuerte por la reforma que se firmó en diciembre de 2016 cuando estábamos detrás de que se firmara el proceso de la paz (…) estuvimos más bien distraídos y cuando esto nos llega nos movemos porque nos afectó el salario, pero no solo por eso sino para exigir educación de calidad (…)”.