Implicaciones de que el Covid sea una endemia
En las últimas semanas se habla que la infección por SARS-CoV-2 puede pasar de pandemia a endemia, lo que se ha interpretado como si el virus o la enfermedad tendiera no solo a disminuir drásticamente sino, inclusive, a desaparecer. Todo esto dependiendo de la posibilidad latente de que aparezcan nuevas variantes del virus que sobrepasen la capacidad de protección dada por el sistema inmune en personas ya infectadas o vacunadas contra covid-19.
Existen muchas enfermedades infecciosas endémicas en el mundo como las producidas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el virus de la influenza. En el caso del VIH/SIDA, se estima que ha causado más de 35 millones de muertes en el mundo desde la descripción de la enfermedad hace 40 años; no obstante, gracias a los medicamentos anti-retrovirales usados actualmente, las tasas de enfermedad severa y mortalidad han disminuido drásticamente.
Las infecciones respiratorias por el virus de la influenza producen cerca de medio millón de muertes anuales en todo el mundo, y esto a pesar de la existencia de una vacuna. Todos estamos familiarizados cuando nos hablan del virus H1N1, letras y números que indican las principales dos proteínas del virus de la influenza y en las que se basa su clasificación. El virus circula infectando diferentes especies, incluyendo los humanos, va mutando y aparecen nuevas variantes del virus.
Muchas otras enfermedades son endémicas en el trópico, especialmente trasmitidas por vectores como los mosquitos, como la malaria y el dengue. Enfermedades que han ganado espacio en los últimos años, gracias a la rápida movilidad de la población y el cambio climático. La malaria anualmente produce más de 240 millones de casos en países tropicales y subtropicales, y cerca de 600,000 fallecimientos anuales, lamentablemente en menores de 5 años.
Pese a todo lo que ocurre, tener el virus circulante podría tener un efecto beneficioso ya que la infección asintomática o leve nos mantendría la actividad del sistema inmune y nos defendería de nuevas infecciones, esto especialmente en personas vacunadas. Imaginemos el escenario apocalíptico que ocurriría si una infección como la viruela apareciera de nuevo en escena, enfermedad ya erradica de la faz de la tierra.
Aunque muchas medidas de control usadas durante pandemia se quedarán, pero la adherencia a estas medidas personales y comunitarias continúan siendo potestad de cada ser humano. Algo así como el manual de urbanidad de Carreño para las infecciones: si tiene enfermedad respiratoria quédese en casa la fase sintomática, lávese las manos, descontamine las superficies que entraron en contacto con secreciones, guarde distancia de otras personas, ventile los espacios y use el tapabocas mientras se resuelve el proceso.