Ministerio de Justicia pide perdón por masacre de El Limón
Este jueves, 19 de julio, el Ministerio de Justicia, en cabeza de Enrique Gil Botero, pidió disculpas públicas por la masacre de El Limón, perpetrada en septiembre de 2002 en zona rural de Riohacha (La Guajira). A través de una ceremonia conmemorativa, el Estado manifestó su arrepentimiento ante la masacre que acabó con la vida de 16 habitantes de la comunidad wiwa de El Limón.
“Soy consciente de que las palabras no pueden borrar la tristeza ni el dolor que aún embarga la familia de las víctimas. Quiero que sepan que son una muestra de compromiso del Estado para evitar que estos hechos se repitan”, señaló el ministro Gil Botero.
El acto conmemorativo de perdón público se desarrolló en el corregimiento de Caracolí Sabanas de Manaure, en el municipio de San Juan del Cesar, sur de La Guajira. La ceremonia surgió gracias a una orden judicial emitida por el Tribunal Administrativo de La Guajira, según como lo explicó, en días pasados, uno de los familiares de las víctimas de la masacre al periódico El Heraldo. Fueron, al menos, 200 los paramilitares que llegaron a la vereda El Limón, entre el 28 de agosto y el 2 de septiembre. Según el Observatorio de Derechos Humanos de la Vicepresidencia de la República, alrededor de 150 personas fueron obligadas a desplazarse después de terminada la masacre.
Una de las primeras víctimas registrada por las autoridades fue Jaime Elías Mendoza Loperena, asesinado el 29 de agosto de ese 2002. Mendoza fue visto por última vez al salir de su finca, ubicada en el resguardo indígena wiwa. Su hijo, Luis Antonio Mendoza Montaño, salió a buscarlo y en el camino fue interceptado por hombres armados. La Fiscalía dice que su cadáver fue desaparecido.
De igual forma, Rosa María Loperena corrió el mismo destino que Jaime Elías y Luis Antonio. Hombres armados llegaron a su hogar, la mataron y dejaron su cuerpo ahí mismo, al tiempo que saquearon e incendiaron algunas viviendas, centros educativos, puestos de salud y tiendas comunitarias en la localidad.
El primero de septiembre, los paramilitares arribaron a la finca Las Mercedes. Allí dieron con tres menores de edad y, después de tres días de búsqueda, familiares y vecinos encontraron sus cadáveres decapitados.
Otras de las víctimas registradas por la Fiscalía fueron un hombre conocido como Chapuco y un hermano suyo. Este doble asesinato ocurrió en Las Sabanas de Manuela, pero sus cuerpos nunca aparecieron.
Las versiones de algunos exparamilitares han ayudado a esclarecer lo sucedido. Jaiber Rodríguez, alias Tribilín, relató, en su momento, que lo más probable era que a Jaime Elías Mendoza lo hubieran descuartizado. De acuerdo con un informe del CTI, la masacre pudo haber ocurrido como retaliación a los enfrentamientos que se habían producido entre los entonces paramilitares e integrantes del Frente 59 de las Farc.
En la ceremonia de perdón, que tuvo lugar casi 16 años después de la masacre, el ministro de Justicia reiteró la importancia de la seguridad que las Fuerzas Armadas deben ofrecer a la comunidad colombiana que ha sido víctima de muchos daños causados por el conflicto armado. “Sea esta la oportunidad para reafirmar que el compromiso de las Fuerzas Armadas debe ser incesante e ineludible, en el deber de proteger a los habitantes de Colombia sin importar donde se encuentren y desplegar todas las medidas necesarias para evitar que hechos como estos se vuelvan a repetir”.
Tomado de: elespectador.com