Sin lugar a dudas el tema del momento a nivel nacional y con un amplio impacto en el Tolima es la sentencia de la Corte Constitucional que regresos competencias a las Corporaciones Autónomas Regionales en caso local Cortolima y con ello impuso un freno a la locomotora minera. 

Existe todavía una gran polémica por las interpretaciones que cada sector le ha dado al fallo pues este tipo de decisiones impactan diversos intereses económicos y sociales. Golpes de Opinión dialogó con Mario Vera, Integrante del grupo de estudios interdisciplinarios sobre el territorio de la UT, quien aclaró determinados puntos sobre la minería que aún causan confusión entre los ciudadanos del común. 

En primer lugar explicó que se presentó ante el Concejo de Ibagué un informe muy completo sobre los títulos mineros otorgados en el departamento del Tolima y los impactos de la locomotora minera en Ibagué. El investigador aclaró que las cifras han sido tomadas del Catastro Minero Colombiano que al día 10 de febrero 2016 aparecen reportados 124 mineros de los cuales 24 han sido declarados terminados, es decir que existen 100 títulos mineros vigentes con una extensión de 41 mil 700 hectáreas es decir casi un 30% del territorio total del municipio. 

Vera también indicó que Anglo Gold Ashanti ha entregado 7 títulos que tenía en el municipio pero los que comprometen las áreas de la quebrada CAI donde queda una de las bocatomas principales del acueducto de Ibagué siguen en su poder y vigentes, en este sentido añadió que “los títulos de mayor extensión en cuanto número pero pequeños en extensión tienen que ver con explotación de oro, cobre y otros minerales, sobre la cuenca del Combeima están dirigidos a material de arrastre pero los que más llaman la atención son los que están en la zona de páramos y que abarcan 5.200 hectáreas en el Parque Nacional de los Nevados y otros ecosistemas de páramos que son fundamentales para la producción de agua en Ibagué y que cabe resaltar son muy frágiles”. 

El investigador también explicó que la posición geográfica de Ibagué que ubica el territorio en el sector oriental de la Cordillera Central la cual es de origen volcánico hace que exista una gran cantidad de minerales. Por otra parte resaltó que si bien es cierto que la posesión de un título minero no garantiza la explotación si genera una posibilidad real de que se llegué a realizar actividad minera en estas zonas que son supremamente frágiles, además expresó que de ninguna manera los investigadores se han opuesto a la minería siempre en cuando no se realice en ecosistemas frágiles y teniendo en cuenta que las riquezas adquiridas de esta actividad se vean reflejadas en la población. 

Vera fue muy enfático al explicar que dadas las condiciones en Ibagué, se causarían un alto impacto negativo frente a la explotación a manos de particulares de estas zonas de páramos que surten el agua de Ibagué. 

“La Alcaldía de Ibagué, Cortolima, el Ibal y Asocombeima adquirieron páramos convirtiéndolos en zonas de recuperación ecológica pero en lo que encontramos en la investigación nos dimos cuenta que 9 de esos predios están comprometidos con títulos mineros, es decir que la entrega indiscriminada de ellos está afectando el uso prioritario de la cuenca Coello para abastecimiento de agua para consumo humano y con esto la locomotora minera está desestructurando el ordenamiento ambiental del municipio”, afirmó Mario Vera. 

Por último el investigador fue muy claro en indicar que la minería es necesaria para el ser humano pues comprende la extracción de minerales que son fundamentales para el desarrollo de la sociedad tal como el material de arrastre, el cuarzo, el carbón, la caliza, incluso la sal que es tan necesaria en la dieta humana, pero que hay que precisar que hay minería a gran escala altamente contaminante que se debe acompañar y vigilar, pero sobre todo impedirla en los ecosistemas frágiles que podrían desaparecer al realizar este tipo de actividad sobre ellos.