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En video: después de trabajar en servicios generales, ahora tiene su propio negocio

Conozca la historia de la señora Yolanda, mujer emprendedora de Ibagué.
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Ecos del Combeima
10 Feb 2022 - 12:10 COT por Ecos del Combeima

En la glorieta del Aeropuerto Perales de la ciudad de Ibagué, se ubica una mujer que llega todos los días a las 5 de la mañana a trabajar y así vender los diferentes productos que tiene para su clientela, teniendo en cuenta que en esa ubicación y horario muchos ciudadanos madrugan a hacer su rutina de ejercicio por la cicloruta.

En su gran mayoría, son muchos los ciclistas que salen a rodar por esta zona que también es conocida como ‘Vía al Aeropuerto’ y allí diferentes grupos de ciclistas se movilizan o en otras ocasiones salen independientemente. Por otra parte, muchos ciudadanos también caminan, trotan y patinan por la cicloruta.

Debido a que este sector es una de las carreteras importantes que tiene el territorio nacional para desplazarse a diferentes ciudades del país cafetero, la señora Yolanda cuenta no solo con clientes deportistas, sino que motociclistas, conductores de carros públicos y particulares también paran a hacer una pausa técnica para comer e hidratarse.

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Seis meses después del inicio de la pandemia a causa del Coronavirus en Colombia, esta mujer trabajadora que después de haber perdido su empleo en una importante empresa de Ibagué, se las ingenió para abrir su propio negocio, generar ingresos y luchar para sacar a sus hijos adelante en conjunto con su pareja.

“Siempre he trabajado en eso de servicios generales y pues ya por lo de la pandemia hago esto y gracias a Dios, estoy muy agradecida porque me ha ido muy bien” manifestó esta mujer que día a día es la primera que se despierta y la última que se acuesta a dormir.

En el trabajo anterior, Yolanda trabajaba y sustentaba a su familia con el salario mínimo y hoy la vida la recompensa económicamente generando un poco más de ingresos y estabilidad, lo cual la ha ayudado a pagar sus compromisos y no pasar necesidades.

“Es mucho más esclavizante estar todo un día desde las cinco de la mañana a más o menos siete de la noche, todo un día acá. Es un sacrificio tanto para uno como madre, para los hijos y el esfuerzo que uno hace de estar acá es bastante grande, pero gratificante”.