Juan Pablo Sánchez renuncia a la Junta Directiva de la CCI

Tras cuatro años y tres meses como miembro de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Ibagué (CCI), Juan Pablo Sánchez Baquero, anuncia oficialmente su renuncia como representante del Gobierno Nacional en respuesta a su desacuerdo con el actuar de los directivos del ente cameral.
“Termino satisfecho por haber evitado varios negocios inmobiliarios e impedido que se hagan cosas que no están bien en Cámara de Comercio. Me queda el sabor agridulce de que sigue una mayoría de más de 12 años manejando este ente gremial a su antojo sin los mejores resultados en competitividad y otros indicadores”, manifiesta el también gerente de Ecos del Combeima,
En medio de su salida, reconoce que su interés por impulsar el desarrollo de la región siempre estuvo latente, no obstante, hace hincapié en que sus intereses y convicción no están encaminados en la misma dirección que la de otros miembros, ya que asegura que su decisión fue motivada por una serie de irregularidades que se estarían presentando al interior de la CCI.

“Las cámaras de comercio infortunadamente se han vuelto una lucha de poderes, donde algunas se vuelven grupos que a veces pareciera que tuvieran tendencias oligopólicas, es decir, favorecer solamente algunos sectores; se supone que se deben a todos, pero uno lo que se da cuenta es que protegen muchos intereses que van alineados muchas veces a los intereses de los miembros vigentes de las Juntas Directivas (...) Empiezan algunos acercamientos, ofrecimientos de viajes, de negocios, y así se van beneficiando. Muchos se van acomodando a esos ‘ires y venires’ que no solamente pasan en la política sino en CCI”, acotó el empresario.
Sánchez Baquero hace mención a un ente cameral desprestigiado, con cifras de productividad bajas y regido por códigos de ética avalados por la Superintendencia de Industria y Comercio, que desde su óptica, no se acoplan a un escenario transparente e idóneo que impulse al departamento del Tolima a dinamizar su economía.
“En esta cámara se inventaron unos códigos de ética que fueron avalados por la Superintendencia y cuando cualquier persona se posesiona como miembro de Junta, no puede contar las cosa que están mal hechas; lo que es absurdo porque son entidades que manejan mayoritariamente recursos públicos pero se rigen bajo el derecho privado, y usted entra inmerso en esas inhabilidades y posibles conflictos, una situación que es la que me atañe porque no ha habido una decisión contraria del estamento nacional”, indicó.

Teniendo en cuenta que la naturaleza de las Cámaras de Comercio establecidas como personas jurídicas, de derecho privado, de carácter corporativo, gremial y sin ánimo de lucro integradas por los comerciantes matriculados en el registro mercantil, se establece de oficio o a solicitud de los comerciantes mediante un acto administrativo del Gobierno Nacional para suscitar el crecimiento económico de un territorio, por lo que adquieren personería jurídica, algunos miembros como Juan Pablo Sánchez muestran su inconformidad cuando no hay prueba de la verdadera misión de este ente cameral.
Es por ello, que además de su partida y su testimonio público, el lunes 24 de abril hizo una petición formal al presidente de la República, Gustavo Petro, para hacer efectiva una revisión a dichos códigos de ética, documentos que impedirían un actuar ejemplar y acorde a la razón real de las Cámaras de Comercio.

“Yo lo que he pedido para seguir con los conductos regulares, es la autorización al presidente Gustavo Petro, para que autorice que Supersociedades revise esos códigos de ética, en particular el de Ibagué para hablar de lo que no me pareció bien”, puntualizó. “Esta es una ciudad que canta a gritos que necesita de la CCI para poder desarrollarse, pero lo malo es que los líderes que han estado allí, que han prometido cambios para que Ibagué salga del subdesarrollo, para que avance en competitividad, para que se cree una agencia de promoción de inversión, no han estado a la altura”.
Finalmente, exaltó aquellos aspectos que considera dignos de destacar pese al revuelo que manifiesta nace en las instalaciones de la CCI.
“Lo bueno es que hay mucha gente que trabaja honradamente, funcionarios que le meten el alma para tratar de sacar la ciudad adelante, también en los clústeres que se desarrollan en la CCI. Igualmente, ha sido buen articulador en temas como las fábricas de productividad que ha sido bueno para tratar de generar algunos recursos así sean públicos o privados", concluyó.