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Equilibrio entre el Estado y la sociedad…El gran reto

América Latina y en particular Colombia, es una sociedad creada por un pequeño grupo de élites coloniales diseñada para explotar a la gran mayoría de personas y limitar sus libertades. Por: Alberto Delgado.
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19 Mar 2021 - 12:23 COT por Ecos del Combeima

En mi columna pasada les decía que complementaría el tema sobre lo improcedente de la reforma tributaria que se nos avecina a través de un análisis realizado por los economistas Daron Acemoglu y James A. Robinson de las universidades MIT y Harvard respectivamente, sobre la desigualdad económica en América Latina y el papel de los elementos impositivos en el equilibrio que debe existir entre el estado y la sociedad civil.

La explicación que esgrimen estos dos economistas se encuentra en el libro titulado “Por qué fracasan las naciones”. En donde plantean que la pobreza inicia en nuestros países con la formación de las instituciones y además se preguntan por qué algunos países alcanzan la libertad y otros viven en tiranías o autocracias.

"El estado es una parte muy importante en la resolución de conflictos, en proporcionar servicios públicos o ayudar a los desfavorecidos. Pero luego tenemos que mantener al estado y sus élites bajo control. Y eso es parte del desafío" mencionan los autores, y es ahí precisamente en donde radica el mayor de los problemas…

Por allá después de 1830, desde los albores de la independencia de nuestros países, y a pesar de la independencia de España, lo único que se logró fue cambiar de élites en el poder que incluso en algunos lugares empeoraron el nivel de desarrollo de sus ciudadanos. Con esto no se afirma que no fuera importante la independencia, sino que estos movimientos independentistas fueron promovidos por las élites criollas que pasaron a manejar los recursos económicos, el poder político y la estructura social colonial, y aunque se han desarrollado en estos años nuevos negocios y nuevas dinámicas económico sociales, la estructura del poder sigue siendo altamente extractiva y corrupta como cuando eran los españoles los que se encontraban en el poder… en conclusión solo se cambió de amo.

América Latina y en particular Colombia, es una sociedad creada por un pequeño grupo de élites coloniales diseñada para explotar a la gran mayoría de personas y limitar sus libertades. Esta ha sido la estrategia que se ha utilizado con bastantes réditos y que sigue floreciendo hasta nuestros días. Se le ha hecho creer al ciudadano de a pie, que sin la alta participación del estado es imposible lograr el crecimiento y el desarrollo de las naciones. Es por ello que con el amparo de ser los mesías de las soluciones a los crecientes problemas sociales que aquejan a nuestras naciones, se escudan en la constante necesidad de aplicar reformas tributarias para el recaudo de dinero que será utilizado para el beneficio de los más necesitados, una utopía difícil de creer, pero que les ha funcionado a la perfección.

No se afirma aquí que no se necesite del estado para garantizar la libertad y el orden económico, lo que se afirma es que la estructura legislativa del estado se ha construido para ser un foco de altos ingresos para las élites con un muy bajo nivel de control de estos recursos por parte de la sociedad civil. Es decir, hoy tenemos que mantener un estado altamente corrupto donde se exprime la actividad económica de la sociedad civil y no se visualiza una mejora sustancial del nivel y calidad de vida de los ciudadanos. De cierta manera la pobreza es el caldo que mantiene el discurso político de la necesidad de un creciente recaudo de recursos que garantiza que la pobreza desaparecerá, y que se ha convertido en el caballito de batalla de todas las élites políticas del país para exprimir los recursos de los ciudadanos.

¿Qué garantiza entonces contar con los recursos económicos suficientes para que estas élites sigan disfrutando de su riqueza? Pues la pobreza, es por eso que ella nunca desaparece, sin esta no habría justificación para seguir disponiendo a chorros de los recursos de la nación. Fue la estrategia que utilizó el gobierno colonial español y es la misma estrategia que utilizan hoy día los poderes políticos colombianos.

Es por ello que se demanda urgentemente, un equilibrio entre estado y sociedad, ese es el desafío, ese es el reto, mantener al estado y sus élites bajo control. En un estado como el nuestro en donde la estructura legislativa está diseñada para mantener los privilegios de las élites del país, no se puede considerar democrático. Así es, una de las democracias más antiguas de Latinoamérica como se ha dado por llamar a la colombiana, no tiene nada de democrática, ha sido el engaño más grande desde los albores de nuestra nación.

¿La solución es cambiar de régimen? Pues no ha funcionado, vemos el caso de Cuba y Venezuela que se han convertido en lugares distópicos y terribles que no han garantizado las mínimas libertades sociales y por el contrario han envilecido a la democracia y que en el caso de Colombia tratar de implementar este régimen le ha dejado a la nación un total de 262.000 muertos, 80.000 desaparecidos y 8 millones de desplazados, según datos del Centro Nacional de Memoria Histórica.

 ¿Entonces un régimen de ultra derecha? Pues recientemente uno de los países que más ha retrocedido en libertades sociales y democracia es Brasil, por ende, por ahí tampoco es el camino.

Según los autores no existe una receta fácil para construir una verdadera democracia, consideran que los problemas del estado y la sociedad se deben abordar al mismo tiempo mejorando la participación de la sociedad en política, generando confianza pública en las instituciones porque de lo contrario la gente no cooperará con ellas, no trabajará con ellas y tratará de bloquearlas. Es una tarea muy difícil pero no imposible. Y hacen referencia en particular a como en algunas localidades se ha logrado este cometido, mencionando a Lagos en Nigeria, o a Bogotá en una época en que logró disminuir sustancialmente el número de asesinatos, disminuir el uso indebido de recursos públicos y un sustancial aumento del nivel y calidad de vida de sus ciudadanos, cuando sus alcaldes respectivamente llegaron al poder y entendieron que por un lado tenían que mejorar la recaudación de impuestos para proporcionar servicios a la población y por otro también entendieron que la única forma de hacerlo era generando confianza pública, lo que significa que tenían que hacerse más responsables. (En lo particular no menciono en cual periodo de alcaldía fue, para evitar suspicacias que en este país polarizado pulula por doquier, pero existen datos estadísticos muy importantes que así lo demuestran).  

En palabras de Daron Acemoglu:

Como sociedad tenemos que elegir a las personas adecuadas y ese es el gran desafío. Entonces eso es lo que deberían hacer los ciudadanos. No elijas personas que no serán responsables.

Tenemos que estar atentos. Tenemos que estar bien informados y tenemos que asegurarnos de echar a los sinvergüenzas”.

Tarea bastante difícil en un país en donde abunda la mentira, la incultura, la desconfianza, una sociedad tan polarizada que se deja carear por sus líderes con argumentos pírricos, una sociedad que pone el dinero a través de los impuestos para mantener a sus élites, una sociedad que al parecer aún no se ha purgado de tantos asesinatos, una sociedad que se acostumbró a vivir en y con la violencia, y que sigue manteniendo a tanto sinvergüenza en el poder.   

ALBERTO DELGADO CORTÉS

Economista

MBA Magister en Administración de Empresas con especialidad en Sistemas de Gestión de Calidad - Chile.

Profesor investigador Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad del Tolima

Asesor académico pasantías nacionales e internacionales 

Ponente a nivel internacional UNAM México – Universidad Veiga de Almeida Rio de Janeiro, Brasil – Universidad Técnica de Cotopaxi Ecuador.

*Las ideas plasmadas en este documento no comprometen a la Universidad del Tolima, solamente son responsabilidad del autor.