Así es como una máquina de coser transforma vidas en el COIBA de Picaleña
Un par de telas, hilos y una máquina de coser han transformado la vida de varias personas privadas de la libertad en el Coiba de Picaleña de Ibagué.
En el arte de confeccionar prendas de vestir, muchos internos han encontrado una manera de prepararse para el anhelado momento en que recobren su libertad.
"Esto ha sido muy agradable, porque hemos aprendido a manejar las máquinas, algo que nunca imaginamos que tendríamos la oportunidad de hacer. Lo estamos aprovechando al máximo", expresó Marisol Sánchez, una de las mujeres privadas de la libertad.
Esta oportunidad es posible gracias a la estrategia de los Centros de Reindustrialización ZASCA Renacer, una iniciativa articulada desde el Ministerio de Justicia.
Según el capitán John Fredy Rojas Sutta, director del Complejo Carcelario y Penitenciario de la ciudad, esta iniciativa busca contribuir a la resocialización de la población privada de la libertad a través de la capacitación y formación en habilidades emprendedoras en la industria textil.
"Lo tengo como meta. Que Dios me dé la oportunidad de salir, armar mi microempresa y demostrar que hay cosas buenas y oportunidades que estamos desperdiciando", agregó Sánchez.
En estos espacios, también cobra vida otra iniciativa positiva: Libera Colombia, la marca oficial del INPEC, donde se comercializan productos artesanales hechos 100% a mano por los internos.
En la cárcel de Ibagué, conocimos el caso de Carlos Alberto Rivera, quien forma parte del programa. Rivera explicó que, además de confeccionar ropa, se pueden hacer bisutería, trabajar la madera y realizar estampados, entre otros trabajos artesanales.
"Ellos elaboran los productos dentro de los establecimientos y, junto con la jefa encargada de la comercialización, pasamos por cada pabellón recogiéndolos. Luego, se llevan al almacén Libera, ubicado en la parte externa del centro, para exhibirlos al público y ofrecerlos para la venta", detalló Rivera.
Se estima que en el Coiba de Picaleña hay unas 200 personas que producen estos artículos, todos de excelente calidad, para ser vendidos en estos puntos de venta.
"Invitamos a nuestros compatriotas a que vengan y conozcan los productos que elaboran mis compañeros en los centros penitenciarios. Son productos de alta calidad, muy bien hechos, que pueden competir con cualquier cadena de textiles", concluyó.