Ibagué Digital: nuestra tecnología, nuestro servicio, nuestro orgullo

Ibagué tiene hoy frente a sí una encrucijada inspiradora: creer que la transformación tecnológica es solo para otros, o asumirla como parte de nuestro presente. Cuando escuchamos hablar del Centro PotencIA, del programa Talento Tech, de la hoja de ruta “Territorio Inteligente”, no son solo nombres bonitos; son señales de que estamos siendo convocados a dar un salto.
Cada vez que una persona emprendedora de barrio, un docente o un pequeño comerciante accede a capacitación gratuita en inteligencia artificial o comercio electrónico, algo cambia. Ya no solo se trata de tener un negocio: se trata de prepararse para atender con eficiencia, visibilidad y con respeto. Ya no basta con “estar conectados”; es construir servicios públicos que respondan con calidad, con datos que permitan decisiones claras, con calles seguras, planes que integren al ciudadano digital.
La ruta hacia ciudad inteligente se construye de muchas manos. Los cuatro pilares que se han definido – transformación digital, conectividad universal, gobierno abierto y ecosistema de innovación – no solo son planes; son compromisos que retan a todos. ¿Estamos dispuestos como ibaguereños a que quien escribe un aviso, atiende al cliente, repara un servicio urbano, dé lo mejor de sí con amabilidad, claridad y eficiencia?
FESTECH 2025, con su conversatorio internacional, demostró que el talento local está listo para mirar afuera, para aprender de ciudades con modelos más avanzados y traer esas experiencias aquí. Ahora les toca a ustedes – empresarios, emprendedores, servidores públicos y ciudadanía – hacer que esas ideas se conviertan en acciones cotidianas.
Porque la tecnología no nos transformará si al final lo digital no se siente humano. No hablemos solo de luces LED o redes 5G, sino de cómo cada trámite es más fácil, cada servicio más justo, cada interacción más amable. Esa actitud de servicio no es adicional; es el puente entre tener la tecnología y que ésta realmente beneficie a quienes vivimos aquí.
Pero y entonces : ¿Estamos listos, como ciudad, para que Ibagué deje de ser admirada por lo que planea y pase a ser reconocida por lo que hace—por nuestros servicios, por nuestra forma de tratar, por nuestra innovación tangible?