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Impacto económico del Festival Folclórico en Ibagué y el Tolima

La edición número 51 del Festival Folclórico Colombiano no solo reafirmó el poder de la cultura como identidad, sino que confirmó algo que muchos ya intuimos.
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Alejandro Rozo
Crédito
Suministrada
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27 Jul 2025 - 7:09 COT por Alejandro Rozo

El Tolima está viviendo una etapa de efervescencia económica sin precedentes”, esta positiva coyuntura económica es jalonada por la confluencia de turismo, consumo interno, fortalecimiento comercial y una dinámica informal que merece ser valorada y analizada a profundidad. Este festival no fue únicamente un evento cultural, fue un fenómeno económico de alta magnitud, que transforma a Ibagué y al Tolima, convirtiendo este territorio en epicentro económico y productivo en el centro del país.

De acuerdo con el riguroso estudio de Fenalco Tolima, más de 486 mil visitantes únicos llegaron a Ibagué, generando un movimiento económico directo superior a los $136 mil millones de pesos, entre turistas y residentes. Las cifras son claras y contundentes: se registraron más de 828 mil días/turista, un promedio de 2.8 noches por visitante, un gasto diario de aproximadamente $132.400 por turista y una participación ciudadana destacada con más de 218 mil ibaguereños asistentes a eventos, aportando también a la economía con un gasto diario promedio estimado en $53.800.

A esto se suma el extraordinario crecimiento del tránsito en los peajes de ingreso, que duplicó su volumen con un aumento del 108 %, así como el movimiento en terminales de transporte y aeropuerto, lo que ratifica una masiva afluencia desde al menos 43 países, 817 ciudades y 31 departamentos colombianos. Este movimiento turístico representa un flujo de capital, empleo temporal, ocupación hotelera (del 72 %) y una dinámica de consumo que penetra todos los sectores de la economía. Para COTELCO la ocupación hotelera es superior, sin embargo, vale la pena aclarar que el analisis de este gremio solo se hace entre sus afiliados. Situación similar sucede con ACODRES que, aunque reporte aumentos significativos, el analisis también se hace entre sus afiliados.

Reconozco y valoro profundamente el trabajo estadístico y metodológico realizado por parte de Fenalco, Gobernación del Tolima y Alcaldía de Ibagué, sin embargo, me atrevo a afirmar que la cifra de $136 mil millones de pesos en derrama económica calculada como marco de referencia por parte de Fenalco, es mucho más alta. Las razones son sencillas, la economía informal en toda su magnitud, tanto laboral como empresarial, crea un universo paralelo de transacciones que no se capturan fácilmente en estudios formales, pero que tienen un peso económico inmenso. Cientos de emprendimientos informales, desde venta de alimentos, alojamientos no registrados, AIRBNB, transporte alternativo, comercio callejero y actividades artísticas no formalizadas. Todas estas actividades dinamizan el ingreso de miles de familias. Son estas “economías invisibles” las que amplifican el efecto multiplicador del dinero en circulación, generando empleos, ingresos y bienestar, sin estar necesariamente incluidos en las cifras económicas oficiales. Si agregamos este factor subterráneo pero real, la derrama económica del Festival fácilmente podría superar los $200 mil millones de pesos, convirtiéndose en uno de los eventos de mayor impacto económico por unidad de tiempo en Colombia. Mi opinión es que este festival deja ingresos superiores a los $250.000 millones de pesos solo en Ibagué.

Este fenómeno no ocurre en el vacío, pues el Tolima está creciendo a un ritmo superior al del país. Mientras el crecimiento económico nacional en 2024 ha sido moderado, el Tolima ha alcanzado un sólido crecimiento del 2.6 %, con sectores como el de comercio al por mayor y al por menor, los restaurantes, bares, hotelería, el transporte y las actividades artísticas jalonando el dinamismo. Esta tendencia sostenida nos permite proyectar que para 2026, el departamento podrá mostrar un incremento notable en su Producto Interno Bruto PIB, impulsado no solo por eventos puntuales, sino por una estrategia territorial de valorización cultural y turística enmarcada en la estrategia “Tolima Centro de Inversión”.

La Fábrica de Licores del Tolima es otro caso digno de análisis. En junio de 2025, durante las festividades, vendió 202.510 botellas, creciendo un 49 % respecto al mismo mes de 2024, y reportó ingresos por $8.799 millones de pesos en el primer semestre. Gracias a estas ventas, el departamento recibió $7.690 millones en transferencias, lo que fortalece las finanzas públicas y permite seguir invirtiendo en desarrollo social y cultural.

Lo que está ocurriendo en el Tolima no es una casualidad, es el resultado de una planificación articulada entre instituciones, sector privado, gestores culturales y ciudadanía. La Gobernación, la Alcaldía y Fenalco han entendido que medir es el primer paso para mejorar, y a partir de esa medición precisa y seria, hoy podemos hablar con fundamentos de un modelo de desarrollo turístico-cultural exitoso. Esta es la primera piedra para estructurar el observatorio departamental de turismo, instrumento de planeación muy necesario en el que el sector turismo viene avanzando en su creación.

El gran reto que tenemos como Ciudad - Región es el de reconocer la economía que no vemos, pero que sentimos. Valorar al vendedor informal, al artista callejero, al microemprendedor y a todos los que pueden mejorar su calidad de vida con este festival. Porque esa es también la economía del Festival, esa es también la economía del Tolima y no podemos ser ajenos a esa realidad.