Un ciudadano ibaguereño denunció públicamente a la empresa de vigilancia de la Unidad Intermedia Hospital San Francisco USI, tras un incidente que vivió en la madrugada del 25 de junio mientras su esposa, Diana Guerra, ingresaba en trabajo de parto. Según su relato, alrededor de las 12:40 a.m., debieron llegar con urgencia al centro asistencial luego de que la mujer rompiera fuente, y al no encontrar parqueaderos habilitados a esa hora, el hombre se vio obligado a dejar la camioneta sobre la vía pública, con el fin de priorizar la atención médica de su pareja.

La denuncia señala que, a pesar de haber contratado el servicio VIP del hospital, que supera los 500 mil pesos y que, según los usuarios, promete una experiencia de mayor tranquilidad para la paciente, la situación se tornó angustiante cuando el vehículo fue remolcado por una grúa, por orden, presuntamente, de un vigilante del hospital, identificado por los denunciantes con el apellido Monroy.

El afectado recibió un comparendo por “abandono de vehículo” y por “hacer caso omiso a la vigilancia”, sin que, según afirma, nadie del hospital o de seguridad lo notificara previamente para reubicar el automóvil. Incluso relató que, tras conversar con personal de la Secretaría de Movilidad, le indicaron que el llamado a los agentes y a la grúa fue realizado en tres ocasiones (1:00 a.m., 4:00 a.m. y 6:00 a.m.), sin que se le informara oportunamente, a pesar de encontrarse dentro del hospital atendiendo una emergencia familiar.

“El dolor no es el comparendo ni la grúa, es la falta de humanidad. Yo no estaba en una fiesta, estaba con mi esposa dando a luz. ¿De verdad los vigilantes tienen como obligación llamar a que remolquen el carro de alguien que está en urgencias, y más sabiendo que es una mujer embarazada?”, expresó el denunciante visiblemente afectado.
Además de los costos que deberá asumir por el comparendo, la grúa y el parqueadero en patios, el ciudadano deberá pagar el valor del parto en el hospital, lo que, afirma, representa una carga económica importante, sumada al estrés emocional que vivió su esposa durante el proceso.

La familia indicó que se reunirá este 26 de junio con la gerencia del hospital para exponer formalmente su inconformidad y buscar una respuesta institucional. Por ahora, hacen un llamado a revisar los protocolos de actuación en estos casos, especialmente cuando están involucradas situaciones de emergencia médica.