Con el tradicional anuncio desde el Vaticano y la aparición de la fumata blanca, la Iglesia Católica presentó este jueves a su nuevo pontífice: el cardenal Robert Prevost, quien ha adoptado el nombre de León XIV. La elección se dio tras dos días de cónclave y cuatro rondas de votación, al igual que en el proceso que eligió al papa Francisco.

El humo blanco se elevó desde la Capilla Sixtina hacia las 12:07 p.m. (hora de Colombia), desatando la alegría de miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro. Con la frase tradicional “Les traigo una gran alegría: ¡tenemos Papa!”, el Vaticano confirmó la elección del nuevo pontífice que guiará a los más de 1.300 millones de católicos en el mundo.

Más allá del acontecimiento histórico, ha llamado la atención la elección del nombre León XIV, en clara alusión a León XIII, papa reformista del siglo XIX que impulsó la doctrina social de la Iglesia. Con esto, Prevost enviaría un mensaje de apertura, diálogo y continuidad con las transformaciones iniciadas por Francisco.

El nombre León también tiene una fuerte carga simbólica en la Iglesia: representa a San Marcos evangelista, al León de Judá —título bíblico de Jesús—, y se asocia con fuerza, valentía y liderazgo espiritual. Todo indica que el nuevo papa quiere marcar su pontificado con un sello de firmeza, modernidad y cercanía.