No se trata de aplaudir anuncios ni de criticar gestiones: se trata de apropiarnos de la transición energética, nos convoca a todos

Ibagué y el Tolima están entrando —por fin— en una fase concreta de transición energética. No es un eslogan: hay obras, cifras y oportunidades reales. La pregunta ya no es “si” vamos a cambiar la matriz, sino cómo nos preparamos como ciudadanos, empresas y academia para que esa energía limpia se traduzca en empleo, ahorro y nuevas cadenas de valor.
Tres señales claras
Minigranja solar para servicio público esencial. En El Líbano se avanza en una minigranja solar que suministrará energía 100 % limpia al edificio de la Gobernación y, de forma parcial, al Hospital Federico Lleras Acosta y al colegio Gabriela Mistral. Es un paso concreto: energía renovable aplicada a infraestructura que usamos todos.
• Un proyecto fotovoltaico de escala nacional. El Shangri-La Solar PV —entre Ibagué y Piedras— aportará 160 MWac y alrededor de 403,7 GWh/año, suficiente para ~214.000 hogares, con reducción estimada de ~162.000 tCO₂/año. La financiación fue anunciada por IDB Invest y Bancolombia, y Atlas Renewable Energy confirmó la adquisición y desarrollo del proyecto (201 MWp).
• Despliegues empresariales que ya operan en Ibagué. En 2024 se inauguró un carport solar de 131 kWp para la operación de transportes de CEMEX en Ibagué (240 paneles), que cubre 36 % de su demanda con energía limpia y evita cerca de 107 tCO₂/año. Es un ejemplo de cómo la industria local puede reducir costos energéticos y huella de carbono con proyectos concretos.
A esto se suma un frente regulatorio y técnico que da certidumbre: el Complejo Solar Escobal en Ibagué obtuvo viabilidad ambiental de la ANLA para cinco plantas que, en conjunto, podrían aportar ~100 MW y ~206 GWh/año durante su vida útil, con impactos positivos en emisiones evitadas.
¿Qué significa esto para Ibagué?
1. Empleo y proveedoras locales. La construcción, operación y mantenimiento de plantas solares demanda soldadura, metalmecánica, obra civil, montaje eléctrico, seguridad industrial, logística y servicios ambientales.
2. Ahorro y resiliencia para lo público y lo privado. Un hospital o colegio que cubre parte de su demanda con fotovoltaica libera recursos que pueden redirigirse a atención y dotación.
3. Encadenamientos “verdes” nuevos. La transición abre nichos que antes no existían: reciclaje y manejo de paneles al final de su vida útil; software de monitoreo y analítica; seguros y financiamiento especializado; formación en seguridad eléctrica y trabajos en altura; certificaciones y auditorías de desempeño energético. Esto es lo que más rescato y valoro de este ejercicio.
De la obra al cambio cultural
La infraestructura es necesaria, pero no suficiente. Si queremos que la transición sea palanca de desarrollo, necesitamos una cultura de corresponsabilidad:
Empresas y gremios: mapear dónde la autogeneración y los PPAs hacen sentido; preparar portafolios para ser proveedores de esta nueva cadena y adoptar estándares de calidad y seguridad. Además, creo que se deberia ajustar currículos a perfiles de instalador FV, técnico de O&M, diseñadores de sistemas, HSE para renovables; impulsar diplomados cortos para reentrenar a trabajadores.
Lo más importante, la cultura de todos: comprender que la energía limpia no es solo paneles; es eficiencia, consumo consciente y apoyo social a proyectos bien hechos (licenciamiento, servidumbres, cuidado ambiental).
Con minigranjas públicas, proyectos industriales en marcha y un parque solar de escala nacional en nuestra puerta, Tolima ya está en el mapa. La oportunidad es convertir estos hitos en un ecosistema estable: proveedores locales certificados, técnicos formados aquí, pymes que exporten servicios a otras regiones, instituciones que compren energía más barata y limpia.
No se trata de aplaudir anuncios ni de criticar gestiones: se trata de apropiarnos de la transición, para que el valor se quede en casa.
Si la energía solar ya es una realidad en Ibagué y el Tolima, ¿qué vamos a hacer —cada uno desde su rol— para que esa luz también “alumbre” empleo calificado, proveedores locales fuertes y ahorro medible en nuestra ciudad?